lunes, diciembre 20, 2010
sábado, noviembre 27, 2010
Mi amiga Ángela trabaja como enfermera y me cuenta que el departamento de ella estaba lleno ayer. Que los doctores operaron hasta las 3 de la mañana. Fracturas. Por montones. La gente llegó tarde al trabajo, muchos niños no fueron al colegio.
Verglace. Ese es el nombre. La météo anuncia que va a caer verglace. No estoy seguro de que caiga. Lo que se me ocurre es que cae agua, pero por culpa de que la temperatura está alrededor del cero, esta agua se congela. En el suelo. Resultado: pistas de patinaje por todos lados.
La fortuna me acompañó. Un poco. Bajé las escaleras de mi casa (unos 6 escalones construidos con cemento) y fui a botar algo de basura y a sacar el reciclaje. Cuando ya estaba abajo y a punto de ejecutar mi tarea pasó como suele pasar. Uno no se da cuenta hasta que ya va en el aire. Caí estrepitosamente sobre mi costado izquierdo. Pierna, cadera, tal vez el brazo, no estoy seguro pero parece por los dolores que amanecen hoy conmigo.
¿Por qué un poco de fortuna? Pues sólo cuando estaba en suelo caí en cuenta de que algo pasaba. Y por supuesto tratando de ponerme en pie descubrí que alguien le había puesto jabón al piso o algo así. Fui afortunado porque pude haber caído bajando las escaleras. También estaban jabonosas pero sólo lo constaté cuando regresaba a la casa.
Camino al paradero pude ver cómo los carros patinaban tratando de arrancar. Y cómo la mayoría de los conductores tenía que frenar varias decenas de metros antes de lo acostumbrado.
Es la etapa bonita. La del principio del chiste del canadiense. Cuando la nieve parece bonita. Cayó un poco el 30 de octubre cuando le festejábamos a Victoria sus 2 años. Otro poco ayer y hoy ya definitivamente. Está nevando y el sentimiento es chévere. Como al principio del chiste, claro está.
Me ha dado por la verraca nostalgia. Especialmente por recordar la gran cantidad de amigos que hice durante el proceso o los que conocí luego a medida que fueron llegando. Pero la nostalgia es por los ingratos. La inmensa mayoría. Uno no sabe si era que antes era sólo hipocresía o interés o ambas o si fue que el proceso destruyó las amistades. No sé si alguna vez les conté que incluso algunos amigos me culparon de su “infortunio”, al descubrir que Canadá no era lo que pintaban o lo que uno mismo pintaba en su mente. En fin. Por esas me ha dado estos días.
Sumado a la decisión de cambiar de empleo. Me mamé. Yo creo que para eso uno es adulto. Para desear cosas y hacer que pasen. He decidido entonces, que empiezo la búsqueda de mi nuevo empleo. Son ya 3 años en el mismo sitio y definitivamente no hago lo que me gusta. Mejor dicho no me gusta lo que NO hago en mi trabajo en McGill.
Voy, entonces, a tratar de documentar mi proceso de búsqueda y de esa forma echar una manito a los que están en las mismas. Voy a tratar de ser tan detallado como me sea posible. El plan, las técnicas, las páginas, etc.
Muchos de los amigos que llegaron por mi época andan como yo en lo de la ciudadanía. He estado estudiando muy juicioso. Leyendo el libro, por supuesto, pero también haciendo muchos test de los que hay en línea. Les dejo algunos links, de los miles que hay disponibles:
http://www.v-soul.com/onlinetest/
http://www.yourlibrary.ca/citizenship/
http://www.apnatoronto.com/canadian-citizenship-quiz.html
No le paren bolas sin les salen preguntas sobre Colombia Británcia u Ontario. Por supuesto que no tienen que saber sobre eso, a menos que vivan allí.
jueves, noviembre 18, 2010
jueves, noviembre 04, 2010
1) por las dudas si llegan a pedirmelo, y
2) porque en definitiva me sirve a mí para saber a dónde me estoy yendo, yo necesito saber de entrada cuanto voy a gastar en alquiler, en supermercado, en transporte, dónde tengo escuelas para mis hijos... Sin dudas creo que éste es uno de esos casos donde uno puede decir: "Lo que abunda no daña". :) ¿O no?
miércoles, noviembre 03, 2010
Mi amigo Guillermo hablaba recientemente del famoso “dossier” para la entrevista: http://loszieglerencanada.com/2010/10/22/dossier-entrevista-quebec/. Pues les quiero contar un poco sobre mi propia experiencia (lo que recuerdo después de 4 años y medio y que podría no coincidir con entradas previas por aquello del Alzheimer) y al final les dejo una recomendación que considero importante.
Por accidente, yo llevé el “dossier” listo. O mejor dicho, por psicorígido. Por ordenado, diría mi mujer.
El caso es que yo llevaba mi copia del expediente (lo que había enviado a México, igualitico, sólo que en originales). Todo el material de estudio, las páginas sobre Québec, el estudio estadístico sobre las oportunidades de empleo clasificadas por región/ciudad, etc., el presupuesto detallado de gastos y demás.
Entre otras joyas, y por pura coincidencia, una amiga me había prestado un libro sobre el proceso de inmigración. No la inmigración a Canadá o a Québec, sino los procesos de inmigración en general, los problemas, las etapas, la atención psicológica a los problemas derivados, etc. ¡En francés!
El caso es que entre folletos, hojas sueltas, carpetas y textos, llevaba un buen cerro, tal como primíparo estrenando todos sus libros el primer día de clases.
Antes de empezar la entrevista, el funcionario me preguntó: ¿Y eso qué es? Y yo medio le alcancé a describir de qué se trataba cuando el tipo me interrumpió diciendo: Pero es que nosotros no vamos a tener tiempo de revisar eso hoy, esta cita tiene un propósito muy específico…, etc. Yo sólo le alcancé a contestar que tampoco tenía la intención de mostrarle nada. Que simplemente era mi material de estudio y que era obvio que tenía que cargar con él (aún en la entrevista). Como quien no quiere la cosa, dejé el material sobre el escritorio de la entrevista, delante de él. ¿Dónde más? Era intencional. No lo íbamos a revisar, pero no sobraba dejarle la imagen subliminal diciendo: Mire, ¡he estudiado montones!
Funcionó. Incluso, el tipo se tuvo que referir al citado material para decir que obviamente nosotros teníamos un proyecto serio de inmigración. Que se notaba.
La recomendación. Creo que casi más importante que el “dossier” es el cálculo del puntaje. Yo no lo sabía entonces, pero si lo tuviera que volver a repetir, lo haría.
Existe el riesgo de que el funcionario le niegue a usted el CSQ argumentando que su puntaje no le alcanza. ¿Y qué tal si está equivocado? ¿Qué tal si resulta que usted sí tiene el puntaje requerido?
Uno tiene derecho a una apelación luego de la entrevista. De hecho, uno tiene derecho a una apelación incluso si no lo citan a entrevista. Pero yo pienso que si uno tiene una oportunidad de defenderse allí mismo, pues debe usarla.
Y es que creo que es un asunto de responsabilidad. Después de todo el esfuerzo hecho, no creen que lo mínimo que uno debe hacer es calcular su puntaje y saber cómo va, antes de enfrentar la entrevista. Y una vez calculado, no sería muy bueno tenerlo perfectamente tabulado para poder presentar pelea y poderle decir al cónsul: Que pena con usted, pero creo que está equivocado. Yo he revisado la ley (porque es un asunto legal) y yo sí tengo el puntaje requerido para obtener el CSQ. ¿Quiere que lo revisemos juntos? ¿No mostraría un punto adicional para mostrar cuán preparado está usted para venir a Québec?
jueves, octubre 21, 2010
La ciudadanía
La carta de acuse de recibo tenía que llegar como hoy o mañana. 8 meses después de enviada la solicitud. Pues así fue. Llegó hoy. Nada especial. Una carta explicando que hay que estudiar, que hay que saber hablar francés o inglés en conversaciones simples y que una oficina local nos va a citar a un examen O entrevista O ceremonia. No dicen cuándo. Junto con la carta, el folleto que también está en Internet pero que uno no se anima a estudiar. 60 páginas de datos, historia, geografía, política. Agradable lectura, pienso yo.
Son días de calma. Sin mucho agite. A punto ya de cumplir 3 años en McGill, lo que me representa 4 semanas de vacaciones, en lugar de las 3 de base. Victoria, a punto de sus 2 añitos, hablando más que todos los demás niños juntos. Contando hasta 10 en 3 idiomas. Recitado, por supuesto. No creo que realmente conozca los números. Caperucita Roja, Blancanieves y el Renacuajo Paseador (alias Rinrín Renacuajo) sí se los sabe de memoria. Ya no hay forma de leérselos porque no deja. Los recita antes que uno.
El otro trabajo también va ahí. Un poco más tranquilo el ritmo que al principio, pero bien. Es mucho lo que ayuda para salir de deudas. Mi cliente me confía cada vez más tareas de tipo administrativo y de negociación, lo cual le pone otro picante al asunto. Lidiar con proveedores, por ejemplo, me hace ejercitar otro tipo de vocabulario.
Ya compré mi guitarra. No sé si por ésta ser de mi propio bolsillo estará inmune a que mi papá quiera que se la preste (porque la de él se rompió) para nunca devolvérmela (como me pasó en varios cumpleaños de mi infancia). Bueno, también es cierto que le queda medio fregado pedírmela, por aquello de la distancia.
Es que me decidí. A hacer ruido. Algún sonido le tengo que sacar a esa vaina. Tengo más ganas de puntear que de tocar acordes, pero por ser el principio estoy decidido a hacerlo por donde toque. Mi papá me mandó unas partituras en formato electrónico. Sólo son 82.000 canciones, pero como él dice, me puedo entretener con las primeras 20.000. Las partituras pueden ser leídas por un software llamado Guitar Pro, que va tocando con uno, al ritmo que uno quiera, mostrando las teclas del piano o las cuerdas y trastes de la guitarra, combinando y mezclando tantos instrumentos como uno quiera. Literalmente, una nota!
En esta etapa de la inmigración creo que a lo que más me cuesta adaptarme es a la tranquilidad. Ese cuento de que siempre hay plata para pagar las facturas y de que el trabajo es estable, definitivamente no es de nuestra cultura.
4 capsulitas de temas que traigo entre el tintero desde hace un rato:
1. Universidad de Québec à Montréal. Programa de Ecología de la Facultad de Ciencias. Curso de Legislación Ambiental. Primera clase. El profesor le pide a uno de los estudiantes que por favor lea un texto (en francés). No profesor. Que pena, pero yo no sé leer en francés. Ok. No hay problema. Siguiente. Así son los países llenos de inmigrantes. Inmensa tolerancia con las dificultades de la lengua. No les queda de otra.
2. No me consta. Me llegó el chisme, pero parece cierto. Si usted está amarrado a una belleza de esas de contrato a 3 años, usted ya lo puede romper. Legislación reciente. El proveedor del servicio no le puede cobrar más de 50 dólares de multa, creo. Para que se averigüen.
3. Contrato de arrendamiento. Usted tiene todo el derecho de cederlo, si quiere. No es cuestión de si el propietario quiere o no. Usted puede. Todo lo que usted debe hacer es conseguirse a quien cederle y presentárselo al propietario, mediante los formularios apropiados. El propietario tiene un plazo de 15 días para estudiar al nuevo inquilino. Si no dice nada, aprobado. Si dice algo negativo, más le vale que sea serio porque uno tiene derecho a apelar esa decisión y de llevarlo ante la Regime de Logement, donde ellos pueden decir: “de malas, el inquilino nuevo sí sirve”.
4. Acaban de aprobar una ley en Québec para arreglar el tema de las escuelas pasarelas. La larga historia, corta. Si usted tiene los medios, puede meter a su hijo a una escuela privada en inglés. Pasados los 3 años, usted tiene el derecho de que su hijo pueda seguir asistiendo a la escuela pública en inglés. Interesante opción.
Les merece algún comentario lo dicho?
miércoles, octubre 06, 2010
lunes, octubre 04, 2010
miércoles, septiembre 15, 2010
viernes, septiembre 10, 2010
Creo que ya perdí incluso la práctica para hacer esto. Qué pena. Éste si fue un verdadero abandono.
La culpa se la podemos echar al verano. Por supuesto estuve muy ocupado.
Hago un resumen rápido. Mis hijas vinieron de España. Viajamos durante casi 3 semanas a La Florida. Tuvimos la oportunidad de conocer algo de Miami y luego fuimos a Orlando. Fuimos atendidos por montones de amigos y de familiares que nos trataron como reyes.
En Orlando visitamos los parques de Disney. Los 4 principales y 2 de agua. 7 visitas en total, en 8 días (repetimos uno de los parques). Fatal. No he parado de quejarme. ¿En qué trabajo le toca a uno levantarse a las 6 am, para correr a alistarse, desayunar, correr para tomar un bus y caminar desde las 9 am hasta altas horas de la noche, casi media noche? Con apenas un respirito para el almuerzo. Con mucho calor y humedad. Y además no sólo no le pagan por hacerlo sino que usted tiene que pagar.
Íbamos a hacer todo el viaje por tierra. Menos mal que no. A eso sí no hubiera sobrevivido.
Sólo para el chisme y para los que lo vayan a hacer, un pequeño estimado de los costos de un paseo como ese. Tiquetes Burlington – Washington – West Palm Beach (a una hora de Miami) y Tampa (a una hora y media de Orlando) – Washington – Burlington: US$1.080 para los cinco (incluida Victoria). Parqueadero en Burlington: US$192 (20 días). Hotel en Orlando, Buena Vista Lake, cerca de los parques: US$700, impuestos y tasas y servicios incluidos. 10 días 9 noches. Desayunos incluidos. Transporte a los parques incluido (bueno, a Epcot Center porque de ahí a los otros es gratis por parte de Disney). Entradas a los parques: US$1.150.
Un truco que podría ser bueno. Planeamos 4 días y compramos 4 días. Por comprar 4 días nos regalaron otro, que con la opción de los parques se volvieron 2. En total, entonces, 10 entradas. Y sólo teníamos “tiempo” para 8. Tal vez si hubiéramos comprado para 3 días nos hubieran dado el cuarto? Hubiéramos ahorrado unos pesos?
El verano ya se va yendo. Y mis hijas el domingo.
Siento que el corazón se me partirá por siempre.
miércoles, junio 23, 2010
sábado, junio 19, 2010
Caído del cielo
Mi nueva jefe, Angie, una vieja griega muy querida, me preguntó el otro día que si yo hacía trabajos al lado, es decir, adicionales al trabajo en la Universidad. Le dije que claro, que yo desarrollaba software y que eso era lo que me gustaba. Me dijo entonces que ella tenía un vecino que estaba interesado en desarrollar un sistema. De inmediato lo llamó al teléfono y nos puso en contacto.
Una semana después me reuní con el señor. Era de edad, judío y aparentemente con mucho dinero, por la casa y el lugar donde vive.
El caso fue que me contó sobre un negocio nuevo que estaba montando y un sistema que necesitaría desarrollar para la administración de sus clientes y de los procesos contables y de facturación. Me preguntó sobre el precio y las condiciones. Yo le dije que me dejara pensarlo y que nos reuniéramos la siguiente semana.
Cuando lo llamé para concretar la nueva cita, me dijo que el había estado esperando un correo mío. Seguramente una cotización o algo así. Yo le dije que prefería mostrarle algo cuando nos encontráramos.
La semana que transcurrió entre el primer encuentro y el segundo, yo lo usé para construir un prototipo del sistema, con base de datos y que tal. Pues eso fue lo que le mostré.
En la nueva reunión, me preguntó sobre el tiempo que podría tomar el desarrollo. 3 meses aproximadamente, le dije. Luego me preguntó sobre la forma de trabajo y yo le dije que lo mejor sería por horas, porque encontraba que él iba a estar pidiendo cambios todo el tiempo. De hecho, le dije que el núcleo tomaría 3 meses, pero que el trabajo total, el resto de la vida.
Cuando me preguntó sobre el precio por hora, se escandalizó. Inmediatamente hizo el cálculo en su cabeza y con el estimado de 20 horas de trabajo a la semana calculó el valor total del proyecto. Me dijo que había estimado invertir la tercera parte de eso.
Que si el precio que yo le estaba dando era para que le dijera que sí o que si era para regatear. Le dije que era para que me dijera que sí, que ese era el valor.
Aceptó. Y yo fui muy feliz.
El tipo escasamente conocía a mi jefe. Se habían encontrado un par de veces en la calle, paseando sus respectivos perros.
Creo que la estrategia de iniciar el desarrollo en lugar de echar un carretazo de propuesta funcionó.
Y entonces ya te debo algo? me dijo. Saqué coraje de no sé donde para contestarle: Of course.
Bueno es ver el valor de la factura por las dos primeras semanas de trabajo (incluyendo el prototipo), pero mejor aún es ver el pago de contado y sin complicaciones. Y el cheque! Y las deudas que se van a empezar a aliviar.
Luego les cuento sobre la creación de la empresa y otros detalles.
jueves, mayo 20, 2010
domingo, mayo 16, 2010
jueves, mayo 13, 2010
domingo, mayo 09, 2010
martes, mayo 04, 2010
martes, abril 20, 2010
Mi nombre es ..., y estoy en el proceso de viajar con mi esposa a Quebec como trabajadores calificados, tenemos CSQ desde febrero y estamos a la espera de exámenes médicos... hoy después de un par de semanas, acabo de terminar de leer su blog por completo (uff!!), de pe a pa, como dicen, y debo empezar por darle las gracias, ¿porqué? pues, porque antes de leer su blog, antes de estar allá, ya tenía en mi mente como sería el proceso de integración en Canadá, y desde entonces ya tenía el complejo del inmigrante... Tenaz!
Yo pensaba que lo importante era el idioma, y a pesar de que como ud lo recalca, pasamos una entrevista en francés, estudiamos casi un año el idioma y a pesar de creer que me "defiendo" en inglés, para mí, lo importante era llegar a estudiar, a hacer la francisación, llegar a estudiar tiempo completo, vivir del subsidio de la francisación, hacer los cursos de búsqueda de empleo, los de adaptación y luego las especializaciones en escritura y conversación, etc... luego, como todavía no tendría "experiencia" buscaría un trabajo en lo que fuera, de supervivencia, lo que salga mientras sea trabajo, de paso trataría de empezar una maestría y luego entraría en la orden, y tal vez después, ahí si, buscaría empleo...
Y vaya que estaba equivocado, ahora, veo las cosas con otra perspectiva, desde otro ángulo y seguro llegaré a Canadá con otra idea en mente.
Soy Ing de sistemas, con experiencia en desarrollo de software, así que según ud lo comenta es más fácil conseguir empleo en mi campo, pero el complejo del inmigrante no me dejaba pensar, no me dejaba ver más allá, y gracias a ud ahora si puedo hacerlo, así que de nuevo gracias.
...
De nuevo, gracias.
Saludos desde Colombia,"
jueves, abril 01, 2010
(No aplica para médicos, abogados y otras profesiones realmente complicadas aquí)
Antes de que me caigan los que me tildan de « generalizador », debo aclarar que obviamente trato de describir en un sólo artículo, lo que veo en común de muchos casos de inmigrantes, la mayoría de los que conozco de primera mano. De otro lado, tampoco tendría mucho caso intentar describir todos los casos particulares que conozco. Demasiado trabajo sería.
Un día cualquiera, después de su llegada, usted se va a encontrar en una situación como ésta:
El dinero que traía, mucho o poco, ya se le habrá acabado. Es probable que usted dejara deudas en su país de origen y no haya podido cancelarlas totalmente aún.
Usted ya habrá terminado los tres niveles de francisación (sin importar en cual empezó) y tal vez haya hecho hasta el nivel escrito.
Usted sentirá que su francés no ha avanzado lo suficiente. De hecho, bastante poco, comparado con el nivel que traía cuando llegó.
Usted tendrá un trabajo que le permite sobrevivir. Un trabajo digno (como todos), pero no en su área. O estará en la ayuda social. O en una combinación de ambos, con ingresos por debajo del límite permitido, o peor aún, con trabajo “cash” (o “cache”?).
Usted podrá estar estudiando una maestría, o un certificado, o incluso una carrera completamente nueva. O incluso la suya, vuelta a empezar! En este caso usted podrá estar viviendo de la beca que le otorga el gobierno y al mismo tiempo podrá estarse endeudando con el dinero que le prestan bajo el mismo programa.
Es un escenario típico que retrata a un inmigrante en Québec (aunque se podría extrapolar a las otras provincias), luego de pasados una semana, o 3, 6, 12, 24 o 36 meses desde la llegada. O como los casos de los que he oído, 4, 5, 8, 10 o 15 años después. Sí. Una persona luego de 10 años o más aquí, podría no tener aún el “suficiente” nivel de idioma.
En una situación como la descrita, muchos inmigrantes se empezarán a preguntar sobre la verdadera razón de su decisión de inmigrar y sobre lo acertada de dicha decisión. Habrán los que pensarán en que se deberían regresar a su país de origen. Muchos, aún después de años pensarán: “yo sabía que era así, que al principio sería duro”. Durante cuánto tiempo es el “principio”?
Y habrá los que le echarán la culpa al sistema (como el ya famoso caso Salcedo descrito por nuestro amigo argentino). Y entonces dirán que hay discriminación. Conspiración! Que los engañaron. Que aquí no había trabajo para ellos.
Afortunadamente, en esto sí parece haber una casi total coincidencia de opiniones. Creo que casi todos los inmigrantes incluyen en su lista de “para ser feliz” el tener un trabajo en su área.
Imaginará el lector en este punto, que yo no estoy de acuerdo con la causa esgrimida como la razón primordial para los males que aquejan a los inmigrantes.
Tómense los párrafos que siguen de la mejor manera posible. Repito que no puedo entrar en particularidades y por eso debo “generalizar”. Tome para usted lo que le sirva. Deseche el resto. Eso sí, sea crítico con usted mismo y no vaya a ser que deseche algo que le podría haber servido.
Y entonces qué es lo que produce que un inmigrante profesional, con buenas intenciones, de buena familia y con tanta “verraquera” no sea feliz en Canadá? Por qué el inmigrante profesional no encuentra un trabajo en su área?
La respuesta es bastante simple, aunque no tanto la solución: Los inmigrantes profesionales no encuentran trabajo en su área porque no buscan de la manera correcta. Cometen muchos errores. Es lo que yo veo. Qué pena, pero es una cruda realidad.
1. Buscan muy poquito. Entretenidos en sus vueltas, cursos, capacitaciones, charlas en organismos, ministerios y demás, en sus estudios, o en sus trabajos de supervivencia, envían 2 o 3 hojas de vida diarias, en el mejor de los casos. Otros, envían 2 o 3 por semana o prácticamente nunca.
Buscar trabajo en Canadá debería ser una actividad de tiempo completo (eso sí lo enseñan en los cursos). 8 horas al día, 5 días a la semana. Mínimo.
2. Cuando buscan, desechan demasiadas ofertas. Empiezan por desechar los avisos que piden “francés hablado y escrito” o “perfecto francés”. Y si el inmigrante sabe también inglés, desecha aquellos que dicen “bilingüe” o “perfecto bilingüe”.
Y resulta ser que éste es el meollo del asunto. El inmigrante cree que esas calificaciones sólo la tienen los canadienses, o un inmigrante que lleve aquí 4 años (en el caso de que usted lleve 3). O las tiene aquél que lleve 6 (si usted lleva 5). Es decir, al inmigrante siempre le falta un “añito” más para “perfeccionar” la lengua. U otro cursito de lengua.
Puro complejo del inmigrante. El inmigrante cree que no trae suficiente nivel de idioma, aunque ya pasó una entrevista en francés durante cerca de una hora. Y lo logró porque estudió el idioma en su país, antes de viajar.
(Y entonces dicen que Juan Diego no puede comparar porque él trabaja todo el día en frente de un computador. Que él no tiene que hablar con clientes ni con nadie. Nada más lejos de la realidad! Mi trabajo consiste en integrar sistemas y por eso debo hablar con usuarios de toda la universidad. Y con estudiantes. No hablo con todos ellos, pero para que se imaginen el tamaño del sistema que administro, piensen en que le sirve a 40.000 usuarios y que sólo somos 2 personas en el equipo.)
Cómo se resuelve la discusión sobre el “verdadero” nivel de idioma requerido? Yo les hago una recomendación que podría ayudarles. Dejen que sean los entrevistadores, los empleados de recursos humanos quienes decidan. Atrévanse. Preséntense a más ofertas de empleo y obtengan entrevistas. Si luego de 8 o 10 entrevistas, usted recibe como respuesta que su nivel de idioma no es suficiente, entonces acéptelo (y mándeme un correo diciéndome que yo estaba equivocado) y entonces póngase a estudiar. En medio de este ejercicio, no vaya y de pronto se lleve la sorpresa de que encontró trabajo!! (ahí sí que espero un correo).
(Acabo de recordar una entrevista en la que no fui contratado porque mi nivel de inglés no era suficientemente bueno. Bueno fue que no le hice caso al comentario del entrevistador y seguí buscando, y eso que sé que mi nivel de inglés no era, ni es aún lo suficientemente bueno.)
3. Cuando buscan, desechan demasiadas ofertas. Ésta vez no por el idioma, sino por las demás calificaciones exigidas.
El profesional inmigrante considera que si no cumple el 100% de los requisitos exigidos en el aviso, entonces no debe presentar su candidatura. Les da algo así como pena. Ustedes creen razonable que un empleador escriba un anuncio que diga: “Se necesita programador Java, que sepa Java. Punto”. Y nada más? Cuántos candidatos se van a presentar? El truco (éste para empleadores), es adornar el aviso con muchas más cosas, para “filtrar” la gente. Entonces le agregan: “Que sepa bases de datos de estas, y que sepa manejar el programa X, Y, Z, y que tenga experiencia en procesos de M, N, P, etc.” No importa que en realidad sólo estén buscando un programador que todo lo que tiene que saber es Java. El empleador piensa “de pronto nos sirve para aquél otro proyecto, o por si de pronto algún día compramos la aplicación Z”. Es normal.
Los empleadores piden en sus anuncios características de “súper hombre”. La verdad es que en mi vida, jamás he visto a un entrevistador que tenga en su mano una copia del anuncio original y que vaya “chuleando” las características que cumple o no cumple el candidato. Después de que su hoja de vida ha sido seleccionada y de que usted fue citado a entrevista, usted simplemente está compitiendo contra los otros. Los otros que se hayan atrevido, claro está.
Los que no se atrevieron, no quedaron en la foto.
4. Cuando buscan, desechan demasiadas ofertas. Esta vez no por el idioma, ni por los requisitos exigidos, sino por los requisitos NO exigidos.
Aunque los anuncios no lo dicen, somos expertos en inventarnos que “en nuestro caso” debemos hacer esta o aquella maestría. A ellos no les interesan los títulos. No son latinos. De hecho, lo único que les interesa son las competencias. Pienso que además los títulos adicionales lo que hacen es sobre calificarlo a uno, y más cuando uno no tiene aún la famosa “experiencia canadiense”.
Lo otro que nos inventamos, a veces (y aclaro, a veces), es que debemos estar en la Orden de… Aunque ésta es una realidad para algunas profesiones y ALGUNOS anuncios, también es una realidad que nos ponemos nosotros mismos la traba sin haberlo intentado. Simplemente nos han dicho que se necesita ser miembro de la orden (alguien en la calle, o en algún ministerio u organismo) y por tanto no buscamos, cuando ocurren muchos casos en los que hay empleos en los que NO se exige ser miembro de una orden particular. Ejemplo concreto: Los ingenieros electrónicos, para ejercer como ingenieros y estar facultados para firmar y aparecer como ingenieros, DEBEN ser miembros de la Orden de Ingenieros. Eso no impide que muchos empleadores busquen ingenieros (o técnicos) en electrónica y que no les exijan este requisito. Probablemente para el puesto, no se requerirá firmar nada.
La exigencia de pertenecer a las órdenes no es de ley. Depende siempre del empleador.
Entonces resulta que sí. Que los inmigrantes profesionales tienen razón. Si uno cuenta los anuncios que quedan después de que uno no ha buscado mucho, y a esos les resta todos los que exigen lengua “perfecta”, y luego al resultado le quita todos aquéllos que piden súper hombres y a los que finalmente quedan se le restan todos aquéllos que exigen lo que uno se imagina que deben exigir, aunque no lo digan, entonces la concusión sí es clara:
No hay trabajo para inmigrantes profesionales.
Pero seguramente su caso es diferente.
sábado, marzo 20, 2010
Education: Undergraduate degree (Computer Science Technology or related field)
Experience: Three (3) years' related experience
Ability to analyze and evaluate existing or proposed systems for fit with business requirements. Able to integrate new systems with current applications by understanding integration points based on business requirements and by
developing functional specifications. Analytical, communication and presentation skills. Ability to work on multiple projects and meet specific deadlines. Proven track record in developing and/or integrating web-based, client-server and/or desktop systems to support the needs of the community. Extensive experience with Oracle 10g, Oracle Portal, Unix, PL/SQL, TOAD, OVCSM SQR (Brio), Appworx, Web Tailor, BANNER. XML Java and Java Script, JDBC, J2EE, JSP, Oracle forms 9i and PL/SQL web programming. Knowledge of MS-Office tool set. English and French (spoken and written).
Education: Undergraduate degree (Computer Science Technology or related field)
Pues eso no fue lo que yo estudié. Digamos que la ingeniería electrónica es un campo relacionado.
Experience: Three (3) years' related experience
Sí. Si tengo la experiencia
Ability to analyze and evaluate existing or proposed systems for fit with business requirements. (Habilidad para analizar y evaluar sistemas existentes o propuestos para que satisfagan requerimientos del negocio).
Yo sí creo que sé cómo hacer eso. No formalmente, pero sí.
Able to integrate new systems with current applications by understanding integration points based on business requirements and by
developing functional specifications. (Capaz de integrar sistemas nuevos con las aplicaciones actuales entendiendo los puntos de integración basado en los requerimientos del negocio y desarrollando especificaciones funcionales).
Ayayay. Puntos de integración? Serán interfases? Especificaciones funcionales? Es una técnica, un modelo, un formato en el que se escribe…? No sé. Tal vez.
Analytical, communication and presentation skills. (Habilidades analíticas, de comunicación y presentación).
Pues analíticas, sí. Comunicación, es en lo que venimos trabajando. El idioma… ayayay. Presentación? De pronto en español.
Ability to work on multiple projects and meet specific deadlines. (Capacidad de trabajar en multiples proyectos y de satisfacer fechas límites específicas)
Pues quién responde que no. Toca decir que sí, aunque depende, no?
Proven track record in developing and/or integrating web-based, client-server and/or desktop systems to support the needs of the community. (Algo así como experiencia certificada en el desarrollo y/o integración de sistemas basados en Web, cliente/servidor o escritorio para soportar las necesidades de la comunidad)
Mejor dicho, que ha hecho software. Pues sí.
Oracle 10g: Pues he trabajado con Oracle. Otra versión. Y poquito. Pero sí, conozco. 10g??? Cómo se comerá eso. Hasta 9 me acuerdo
Oracle Portal: Sé que existe. Y que es un producto medio maluco. Pero de ahí a haberlo usado alguna vez. No. Pues no.
Unix: Lo mínimo, por no decir cero.
PL/SQL: Alguna vez tome un curso. Ya todo lo olvidé. Me le mediría. Un examen, no lo paso, seguro.
TOAD: Con qué se come?
OVCSM SQR (Brio): Qué???
Appworx: Qué????
Web Tailor: Qué????
BANNER: Alguna vez usé un programa llamado así y que servía para hacer letreritos muy bonitos en papel continuo. No creo que se refieran a ese. Ayayay. No
XML: Conozco el concepto pero no tengo experiencia
Java and Java Script: Uf. Por fin un sí. Sí. Conozco Java y JavaScript
JDBC: Sé qué es, pero nunca me le he metido, ni he programado controladores ni nada. Digamos que sí.
J2EE: Otro sí
JSP: Sí
Oracle forms 9i: Medio sé que es, pero nunca he programado con esa vaina.
PL/SQL web programming: Cero pollito.
Knowledge of MS-Office tool set.
Pilado. Office sí pues cualquiera.
La del millón. Hablado y escrito? Ambos?
Francés: Hablado aunque con errores. Escrito, puede usar el corrector de Word.
Definitivamente depende de la óptica con la que lo miremos. Cuántas oportunidades se están escapando por ahí?
Por qué no aprovechar que el empresario necesita a alguien?
martes, marzo 16, 2010
jueves, marzo 11, 2010
miércoles, marzo 10, 2010
lunes, marzo 01, 2010
lunes, febrero 22, 2010
domingo, febrero 14, 2010
Cuando ya estábamos llegando cerca de la bomba, fue cuando ocurrió. Tal vez fue primero el sonido, o primero las luces? No recuerdo.
Efectivamente grande. Inmenso. El policía debía medir como 3 metros y medio. Sólo le faltó haber golpeado con los nudillos en la ventanilla. Después de saludar me dijo que en la intersección había 4 señales que indicaban que se debía voltear a la izquierda. Claro, le dije. Y eso fue lo que hice, agregué. No. Usted no lo hizo. Qué? No podía creerlo. Yo sabía que había volteado a la izquierda o si no, como diablos estaba yo allí en la estación de gasolina? Yo intenté bajarme del carro para ver que era lo que había pasado. El hombre dijo que luego de entregarle mi licencia podría bajarme a verificar. Licencia y registro, por favor. Como en las películas. Hagan de cuenta.
Y es que uno cree que la señal es para impedir que la gente tome a la derecha. O lo que sea. Pues fue un descuido tonto y ahora me toca pagar.
sábado, febrero 13, 2010
martes, febrero 09, 2010
domingo, febrero 07, 2010
Pilas con el negrito
Debo empezar aclarando que no soy racista. Algunos de mis mejores amigos de toda la vida tienen ese tinte en su piel.
Pilas con el negrito. Podría tener una camiseta colorida. En nuestro caso, la tenía de color naranja fuerte.
Ya nos habían advertido en Cali, en Bogotá, la aerolínea, los asistentes de vuelo. Todo el mundo lo había dicho y por tanto lo sabíamos. Llegando a Nueva York, tienen que tomar las maletas y volverlas a depositar en la banda transportadora. Por razones de aduana. Igualitico que entrando a Canadá por Toronto.
Pues eso hicimos. Tomamos las maletas, luego del proceso de inmigración, y seguimos las indicaciones y anuncios para la gente que tiene conexión con otros vuelos. Y como nosotros viajábamos a Burlington, pues estábamos incluidos en ese grupo.
Cuando llegamos a la sala, alguien nos indicó que debíamos poner las maletas junto a la banda transportadora. Junto. Aún no en ella. O alguien lo haría más tarde. Nunca supe.
Luego de poner las maletas allí debíamos hacer la fila que iba hacia la zona de inspección. Creo que la famosa. La de los colombianos llegando a Nueva York. La que se supone que hace que uno se sienta humillado y demás cosas que cuentan de ese mito. Donde lo esculcan y desnudan a uno. La de los cuartos privados. Nunca supe.
Cuando nos dirigíamos a la susodicha, el negrito, que ya nos había estado señalando la fila, se nos vino encima y empezó a señalar a Juana y a la bebé (que venía en el coche). Que la señora tiene que subir al tercer piso usando el ascensor. Ok. Gracias. Nosotros seguíamos intentando hacer la fila. Pero el negrito insistía. Que ella tiene que usar el ascensor, que con el coche no puede subir por las escaleras. Ok. Gracias. Muy amable. Pero que la señora… Entonces le pregunté que qué era lo que quería. Nada. Que la señora tiene que usar el ascensor porque el coche… Ok. Pero no debemos hacer la fila para…? No. No. Que la señora… Pero ya? Sí. Sí. Ya. Que suba al tercer…. Ok. Y entonces cómo hago para encontrarme con ella? Allá. En el tercer piso se encuentran, cuando usted salga de la inspección. Ok. Gracias.
Pues Juana y la bebé salieron de la sala en busca del ascensor. No había más remedio. Ante la insistencia del negrito…
La fila estaba desocupada. Yo llegué donde el oficial que había tenido una mala noche. Le presenté los pasaportes de los tres y los pasabordos. Hágame el favor de poner cada pasabordo con cada pasaporte, me dijo. Ok. Eso hice. Y cuándo se los entregué me dijo: Y su esposa? Qué! Pues el muchcho que está allí (y señalé) (y no lo llamé negrito) el de camiseta naranja nos dijo que ella… Qué qué? Sí. El muchacho que está allá nos dijo que ella tenía que usar el ascensor para… Quién? Pues el muchacho que… No señor! Para inspeccionarlos, todos tienen que estar aquí! Sí. Pero fue que el muchacho (yo seguía evitando llamarlo negrito) me dijo que… Pues aquí tienen que estar todos! Que pena. Entonces por favor dígale al negrito que no diga que… Qué quiera que le diga???? Ok. Ok. Y entonces qué hacemos ahora? Pues vaya y busque a su esposa! Ok.
Le eché madres a ya saben quien. Pa’ qué que eso hice. Obviamente en la cabeza, pero lo hice. Ya rezaré algunas Ave Marías por eso. Tomé los pasaportes y los pasabordos y salí volado en busca de Juana y la bebé. Se me ocurrió que si las instrucciones habían sido erróneas, nos íbamos a perder.
Encontré a Juana en el tal tercer piso y nos devolvimos para intentar continuar con nuestro proceso.
Pues no. Al intentar regresar a la sala un vigilante nos impidió el paso. Es que en los aeropuertos no siempre se puede volver a entrar por donde uno ya ha salido. Le traté de explicar lo que había ocurrido. El caso fue que no nos dejó entrar. Llamó a los gritos a alguien de Delta. Nadie vino. Nos dijo que esperáramos ahí que más adelante vendría alguien de equipajes. De equipajes?? Nosotros no tenemos ningún problema con nuestro equipaje. Nada. Esperen aquí.
El de equipajes. Todo un personaje. Como alemán, creo yo. Eso pensé por su acento. Y venía seguido de 4 o 5 colombianos. En filita. Pues el señor se metió en una oficina y el primer colombiano se le pegó. Yo me puse como en el segundo lugar, pero a distancia prudente. El segundo colombiano se me pegó a mí. Una persona homosexual, se me ocurrió. Que sigamos al señor, eso nos dijo, me dijo como empujándome para que nos pegáramos al primero. Hombre, pero tampoco! Esperemos que atienda al otro coterráneo.
Pues pasaron como cien años mientras atendía al primero. Se me ocurrió que el funcionario era una de esas personas afortunadas que ya descubrieron que nada debería ser urgente, que la vida es bella, que cada minuto hay que disfrutarlo como el último y cosas así. De una parsimonia! Explicaba con lujos de detalles al compatriota el proceso para recuperar sus maletas y el cómo de lo desafortunada de esa situación que él hubiera, y que todos hubiéramos, preferido no hubiera sido así y de como si se seguían adecuadamente el conjunto de instrucciones que estaba por impartirle todo se resolvería y haría que el infortunado evento, totalmente fuera de control y de toda previsión de parte de él como funcionario y de la compañía que el muy orgullosamente representaba….
En fin.
Luego de los cien años, pues me tocó el turno a mí. Al fin y al cabo yo estaba allí antes que los demás infortunados.
Buenos días, señor. Mire, es que yo estaba depositando las maletas al lado… y entonces vino un muchacho… Sus tiquetes de las maletas por favor! No señor, muchas gracias. Yo no tengo ningún problema con mis maletas. Lo que ocurre es que yo… Sus tiquetes de las maletas! Señor, pero si yo estoy aquí es porque… Los tiquetes! Le entregué los tiquetes de las maletas. Ayayay. El hombre tecleo los números en su computador. Como si fuera su primer día de trabajo. Como si tuviera 18 años y nada, nada le importara de la vida.
Tenemos un problema. Sus maletas ya están en la aduana. Sí. Gracias. Yo sé que no están perdidas… Espere allí! No. Señor lo que pasa es que… No. Usted debe esperar! Perdón? Usted debe esperar. Esperar a qué? Esperar a que yo atienda a todas estas personas. Pero si mis maletas… Haga el favor de esperar a que yo atienda a todas estas personas. Y dónde debo esperar? (Yo ya resignado a que no iba a haber una solución fácil). Espere allí (y me señalaba una pequeña área de espera a la entrada de la oficina).
Yo me retiré, echándole más madres adivinen a quien? Yo hacía la cuenta. Cuatro multiplicado por cien años, eso son como mil años! Y nuestro vuelo era como en una hora! Y vuelos de Nueva York a Burlington deben ser casi tan frecuentes como los vuelos a Alaska o algo así!
Juana me decía que comiera bananito. Que eso era bueno para el estrés.
A los mil años, el hombre nos atendió, nos hizo mostrarle en un catálogo la forma de las maletas, nos preguntó si venían aseguradas con algún candado, nos pidió la llave del candado, nos sacó de la oficina, nos dijo que los esperáramos y desapareció.
Otros mil años después apareció diciendo que no había ningún problema. Que las maletas ya iban rumbo a Burlington. Y más importante aún. Que respetuosamente quería hacerme una sugerencia importante. Es muy importante e imperativo que cada vez que usted vuele haciendo escala a través de suelo americano, se asegure de seguir el procedimiento según el cual las personas en tránsito deben, y es su responsabilidad acometer y seguir estas instrucciones, tomar siempre su equipaje, sin importar la proveniencia o lugar inicial de partida, para luego depositarlo en la banda transportadora. Es por razones de aduana, me dijo.
No me diga!
Yo ya estaba al borde. Así que respiré profundo y dejé que el señor terminara de darme su sermón. Al final, como otros quinientos años después, el señor, como mágicamente y sin ningún aviso previo, se quedó callado. Parecía que había terminado de expresar sus ideas.
Usted me permite una palabra? Le dije. Sí. Claro. Señor, es que usted no me ha permitido explicarle que ese fue el procedimiento que yo seguí. Lo que ocurrió fue que un negrito… (y según recuerdo, esta vez si no me aguanté y lo llamé negrito, que pena). Ustedes ya saben el resto de la historia que le conté.
Ni me acuerdo que nos contestó. Salimos volados para tratar de alcanzar el avión.
Me quedé con la duda sobre qué era lo que pasaba en la tal fila de seguridad. Y como yo soy cuadriculado, pues me quedé con la sensación de que ese cabo había quedado suelto, que ese proceso estaba mocho, que cómo iba a hacer para seguir con mi vida sin haber seguido el procedimiento…
Para encontrarnos con otras dos o tres líneas de inspección para abordar el siguiente vuelo. Quitándonos zapatos, correas, sacando la bebé del confort de su sueño en el coche, etc. Ayayayay.
lunes, enero 11, 2010
Y dizque la tecnología! Recuerdan cuando uno tenía que comprar los tiquetes en las agencias de viaje y luego llamar a confirmar el vuelo y luego de eso había también que llamar a reconfirmar?
Pues la cosa sigue igual. En plena era de Internet.
En Burlington nos dieron un pasabordo que decía en inglés "Solicite silla". Y yo dije medio molestando: Y es que también aceptan pasajeros de pie? No todos tenemos silla? Pues no. De Burlington a Nueva York, sin problema. Abordamos de primeros, por aquello de los que vienen con bebés de brazos y que tal.
En Nueva York, la pesadilla. El Kennedy estaba lleno de gente viajando a todos lados. Un vuelo a Las Vegas estaba sobrevendido y se veía la gente desesperada reclamando y de todo. En las pantallas, los mensajes que decían que no se preocupara, que hay unas listas de espera, que espere a que lo llamen, etc. Medio día en esas.
Efectivamente, a la hora de abordar, no había sillas. El funcionario latino ya había dicho que no nos preocupáramos. Hasta que el mensaje en el altoparlante avisaba que el vuelo a Colombia también estaba "sobreagendado". Una palabra bonita para no decir "sobrevendido".
Nosotros teníamos tiquetes desde hacía mas de 6 meses y nos registramos en Burlington a eso de las 8 am. Es decir, 15 horas antes del vuelo!
El mensaje en el altoparlante también solicitaba voluntarios que se quisieran quedar. No se preocupe, usted está en la lista de prioridades. En que posición? No se preocupe, está en la 10!
Menos mal era un vuelo lleno colombianos. Con contarles que sobraron los voluntarios. Les daban el transporte, el hotel, cupo en un vuelo para el siguiente día y seguramente unos dólares u otro tiquete para otro vuelo.
El caso fue que abordamos.
Antes, había preguntado al funcionario sobre qué era lo que había que hacer para que eso no volviera a pasar. La respuesta: confirmar y reconfirmar. No importa que el tiquete se haya comprado por Internet.
Consejo corolario. Si llevan bebés al JFK, lleven pañales suficientes. La nena estaba flojita y se consumió los que llevábamos. No hay droguerías, no al menos en el terminal 4. En una tienda cualquiera, 6 pañales, 21 dólares americanos!