domingo, marzo 15, 2009

De los mitos urbanos y otras leyendas

Es que no es sólo el Complejo del Inmigrante (puede googlear "Complejo del Inmigrante" por si no sabe a qué me refiero). También hay que sumarle los mitos y creencias que corren por ahí y que tampoco ayudan a la gente a enfrentarse al toro, hacerle el quite y seguir adelante.
Ya mi amigo Juan Carlos me corregirá si en algo me equivoco. La historia es mas o menos así:
Él es Ingeniero Civil y llegó hace menos de un año. Contactó una ONG que le ayudaría con su proceso de registro ante La Orden de Ingenieros. Se esperaba un montón de papeleo, tiempo de espera y algún dinero, antes de que la orden pudiera decir cuáles serían los cursos que mi amigo debería tomar en la universidad, durante cuánto tiempo (semestres) y en preparación a qué exámenes que La Orden le impondría, para efectos de acceder al título de "Ingeniero Júnior".
Él hizo la documentación básica y preparó su "dossier". Después de entregado, sólo era cuestión de esperar para el tema de los cursos en la universidad. En diciembre, cuando no había habido ninguna respuesta, él consultó y le informaron que debería aún esperar más y que desafortunadamente ya no alcanzaría a inscribirse en los cursos de invierno. Que le tocaba esperar hasta la primavera.
Pues él esperó. Lo que sí no se esperaba es que le llegara una carta hace algunas semanas, proveniente de La Orden de Ingenieros de Québec, en la que le notificaban que cumplía con todos los requisitos y exigencias establecidas y que por tanto, tenía permiso para trabajar e identificarse como Ingeniero Júnior. Que 36 meses después, laborando en el área, cosa que ya hace, obtendría su permiso como Ingeniero.
Resultó pues, que no sólo no era imposible, sino que además era fácil.
Bueno, obviamente toca hacer el mínimo esfuerzo: presentarse, hacer el papeleo, armar su expediente y sustentarlo con la documentación apropiada. Con juicio. Sin complejos.
Como mi amigo Juan Carlos. Ya lo felicité, pero aquí le queda otra felicitación electrónica y en el ciberespacio.
Hay un momento en el que toca de dejar de creer en tantos cuentos y empezar a crear los propios, no?

domingo, marzo 08, 2009

Entrar 2 veces a USA sin haber regresado a Canadá

Es que qué más pueden hacer 18 policías gringos desocupados, una tarde de domingo, en una frontera por donde no pasa nadie?
Y fue que además les caímos de papayita. Ni siquiera teníamos que pasar por ahí. Sólo queríamos preguntar...
Veníamos de Burlington, Vermont, USA. Habíamos llegado allí después de haber entrado en la mañana a USA a través de la frontera entre Québec y Vermont, por la 89, al sur. Cero problemas. Casi como si fuéramos americanos.
El viaje normal. Descubrimos el lago Champlain. Precioso! Espectaculares los paisajes y cheverísimo la gente pescando en los huecos que hacen en la nieve y la gente que disfruta con sus trineos o esquiando con tablas mientras son halados por el viento mediante paracaidas como los que se usan en parapente (me entendieron?). Burlington precioso y la comida que encontramos, aunque gringa y rápida, deliciosa!
El caso es que ya regresábamos y decidí tomar otro camino, para variar y poder conocer. Se me ocurrió que debería haber alguna forma de atravesar el lago y pasar al estado de New York para tomar la 87 al norte, como cuando uno viene de Plattsburgh. Efectivamente había puentes y servicio de ferry que conectan varias islas inmensas que hay en el lago y una riviera con la otra. Por ahí fue.
Le insistí un poco al GPS hasta que finalmente sugirió esa ruta. No le quedaba de otra, ya estábamos atravesando el primer puente.
Atravesado el último puente y ya en el Estado del Imperio, nos encontramos llegando por la vertical de una T. Dos opciones: A la izquierda, New York, a la derecha Canadá. Sería muy fácil la decisión si no fuese porque el GPS sugería la izquierda. Pues tomamos a la derecha, Canadá.
Una vía secundaria, malita. Avanzamos despacio, como dudando. De pronto, los policías, muchos ellos, haciendo nada, al lado izquierdo. Los dejamos un poco atrás y Juana me insistió en que nos devolviéramos y les preguntáramos. Y ante la duda... No queríamos ir a parar a carreteras secundarias lentas... Queríamos la 87. Hicimos una "U" forzosa y volvimos hacia ellos. Mucho cono en la vía. Mucho mensaje de pare. Y ésto qué es?
Buenas! Puedo hacerle... Documentos? Sí, claro. Colombianos. Mi hija es canadiense. Qué de dónde venimos? Pues de Burlington. Cuándo entramos a USA? Esta mañana, temprano. Sí. Ya estábamos en USA. No, no estamos entrando. Estamos tratando de salir. Es que el GPS... Eso le pasa mucho a los GPS por aquí cerca de la frontera.
Es esto una frontera? Sí señor. Yo no entendía si era un puesto americando o canadiense.
Dónde viven? Y usted qué hace? Pues trabajo para la Universidad de McGill. Ah. Que qué hago hoy? Nada especial. De "shopping", comiendo, conociendo.
Uno de los policías se acercó por detrás al "entrevistador" y le dijo que sí, que él ya nos había visto pasar. Mientras todo pasaba, pues los policías miraban por todos lados la camioneta. Desde atrás, desde la ventanilla del pasajero, que venía sola. Ya el primero me había pedido que bajara la ventanilla de atrás para poder ver a Juana.
Lo sentimos mucho, pero vamos a tener que inspeccionar su vehículo. Por favor obedezca las instrucciones del oficial allí en frente suyo. Cual operario que guía al avión que está tratando de atracar en el muelle. Con cara de "soy el más furioso del mundo". Las instrucciones nos guiaron hasta el punto medio de un sitio de parqueo. Al lado de nada. En medio de nada. Ustedes deben bajarse del vehículo. Caballero, pero tengo una bebé acá y está bastante frío. Bájense, que tenemos una habitación apropiada para eso.
Al frente, un camión con quien sabe que contenido. Dos policías más dentro. Me pareció que estaba con el motor andando, como listo para quien sabe qué. Con luces de carro de policía y que tal. Cada uno de los otros policías, en posición.
Ya nos habían quitado pasaportes y residencias. Qué lata!
Al rato nos devolvieron los documentos y dijeron que nos podíamos ir. Algunas instrucciones para acabarnos de confundir. Para que de todas maneras llegáramos a la 87 y nos mamáramos la fila de una hora para pasar de nuevo la frontera. De haber sabido, mejor hubiéramos seguido derecho...
Claro que si uno supiera lo que le va a pasar...
La conclusión es que esa era otra "entrada" a USA. Cuando cruzamos a la derecha y entramos por ese camino, pues ya estábamos en Canadá. Una milla más adelante hubiéramos encontrado los oficiales canadienses.
La "U" fue la que nos hizo volver a entrar... sólo para una preguntica.

sábado, marzo 07, 2009

Fotos

Alguien me decía que en el blog casi no pongo fotos. Es cierto. Quiero compartir con ustedes esta imagen, un trabajo que hicieron María del Mar y María José con un software de no se qué. Ellas ya saben más de tecnología que yo. La colección es contruida con fotos del verano pasado.


miércoles, marzo 04, 2009

Lo devolvieron

Tenaz. Devolvieron a mi amigo Sergio. 
Sólo pasó una noche en mi casa. Tenía cita a las 6 am del siguiente día en Inmigración Canadá, en el aeropuerto. Para meterlo en el primer vuelo a las 8 am rumbo a México.
El confirmó antes con la Embajada! Que nada, que no hay problema, viaje, que le vaya bien! Qué irresponsabilidad! Pues los asesores en este caso tenían razón. Claro que sigo preguntándome por qué diablos no mostraron un documento a algo!
El policía que lo despachó, ese sí tenía la carta ahí. En el expediente. La carta que Sergio recibió apenas llegó a su casa después de 48 horas y casi 2.000 dólares de viaje de venida y devuelta.
Afortunadamente la carta lo que hace es pedirle que presente los documentos de su esposa.
Ni de riesgos cambiar de estado civil, ni tener hijos, ni nada, en medio del proceso. Mejor dicho, uno no puede ni morirse...