lunes, diciembre 14, 2009

Buenas nuevas! (para los ansiosos)

Este dato sí me tiene impresionado. Pónganle cuidado a las fechas de los eventos:
20 de noviembre de 2009: Entrevista con Québec, obtención del CSQ y presentación de solicitud de visa de inmigración ante la Embajada de Canadá en Bogotá.
4 de diciembre de 2009 (14 días después): Una carta citando a exámenes médicos es expedida en la Embajada de Canadá en Bogotá.
14 de diciembre de 2009 (10 días después): La carta citando a los exámenes médicos llega a manos del aspirante.
Quiere alguien decirme qué es lo que está pasando? Por qué tan absurdamente rápido? Cambió el procedimiento? Alguien sabe algo?

domingo, diciembre 13, 2009

Me quiero ir a vivir a Laval o Longueuil, no a Montréal

Eso dicen muchos, entre otras razones, para tratar de complacer a Inmigración en su deseo de que la gente no se venga toda para Montréal. Pequeño error. Les transcribo apartes de un correo de una amiga:
"Investigamos Longueuil como ciudad destino, supe por Mary que viviste alla un tiempo, me gustaria conocer tu opinion y consejo sobre lugares alli donde vivir que tengan las tres b ( Bueno, bonito y barato) , hemos investigado por internet , y los precios varian entre Us 515 en adelante, desde 3 y medio y 4 y medio."
y de la respuesta que le dí:
Tecnicamente yo he vivido en Longueuil los últimos 2 años y medio. Que es lo mismo que Montréal. Tienes que prepararte para defender tu elección, porque para ellos Longueuil queda en Montréal.
No sé si ya te lo había explicado, pero sino, aquí va.

En el mapa tú puedes ver que Montréal es una isla en medio del río San Lorenzo. Sin embargo, la ciudad de Montréal es sólo un pedazo dentro de la isla. Ellos se la han pasado reuniendo y dividiendo las ciudades. Es así como dentro de la isla encuentras otras "ciudades" como Verdun, Ville-Marie, St Leonard, etc. etc. Todas pegaditas, una al lado de la otra. Para viajar entre ellas no hay carreteras ni nada. Basta pasar una calle o avenida y ya estás en otra ciudad.

Fuera de la isla, hay otro montón de "ciudades" más. Laval, por ejemplo es una isla al norte de la isla de Montréal.
Aquí, la gente llama "Longueuil" a la tierra que queda en el lado opuesto a Laval, al sur de la Isla de Montréal. De hecho, también lo llaman la Riviera Sur (aunque queda al este, tema de futura explicación). Pues ese Longueuil se ha dividido y ahora son otro montón de pequeñas ciudades, todas pegadas unas de las otras y sin carreteras entre ellas.
Yo he vivido en la riviera sur, en Longueuil, desde que llegué la segunda vez. Y siempre en ciudades de "Longueuil": Greenfield Park, St-Lambert y ahora en Brossard. Pero también hay otras ciudades: Bucherville, St-Hubert, Viejo Longueuil, La Prairie.

Al conjunto de todas las ciudades del norte de la isla (Laval), a las de la isla (Montréal y otras) y a las del sur (Longueuil y sus sinónimos) se les denomina Gran Montréal. Para efectos de la inmigración, es allí donde decidiste vivir. Y esa la idea que tienes que defender porque a ellos no les gusta mucho que todo el mundo se venga para acá. Ellos prefieren que la gente escoja vivir "en región", es decir, en cualquier otra parte de Québec que no sea el Gran Montréal.

Cuando tú llegues, pues seguramente querrás mirar primero que todo Longueuil, Longueuil. Pero lo más seguro es que en el camino encuentres sitios que te gusten más y no habrá problema. Uno realmente no está obligado a vivir en la ciudad que escogió en el formulario. Nadie verifica eso. Lo que es importante es que te quedes un tiempo dentro de la provincia.

Pero coincido completamente con tu elección. Nada como la riviera sur. Super cerca de Montréal (donde seguramente trabajarás), con sitios menos congestionados y por tanto más tranquilos y con mejores precios en arriendos, servicios y finca raíz. Asi que desde ahora, bienvenida! Tenemos que encontrar un sitio cerca a mi casa.

Mucha gente dice que la Riviera Sur es muy lejos. Te cuento: yo tomo mi bus a las 7.20 am en la esquina de mi casa. Llego a la estación de Bonaventure (en la isla de Montréal) a las 7.46 am. Desde allí, camino por debajo de la ciudad (para evitar la nieve) y llego a mi edificio por el sótano. Tomo el ascensor y a las 8 en punto estoy sentado en mi puesto de trabajo. Poca gente puede decir, aún viviendo en la isla, que puede llegar a su trabajo en 40 minutos.

* * * * *

Hasta allí mi respuesta.

Siempre digo, y para los que conocen, que es como si usted se estuviera mudando de Rusia para vivir para siempre en Colombia y escogiera como lugar de residencia Dosquebradas, porque no quiere vivir en Pereira, cuando desde esa escala y persepectiva, son prácticamente lo mismo.

domingo, diciembre 06, 2009

"Quizás sea el invierno"

En esta ocasión, un ejercicio que se nos ocurrió. Tengo como invitado a mi amigo Guillermo Ziegler, el argentino, como lo llamo yo, porque además es argentino. El tiene un super exitoso blog (http://loszieglerencanada.com) hace tambien como 4 años y hoy decidimos "switchearnos". Decidimos escribir sobre el mismo tema, con nuestros puntos de vista personales, claro está. Así, que esta entrada es toda suya. La mía, si la quieren leer, pues adivinen dónde está? Péguense una pasadita por el blog de él y la encontrarán. Esperen! Primero leánse el artículo del hombre, que también está muy bueno. Aquí está:

"Quizás sea el invierno"

Vivir en un país donde los meses de frío son tantos o más que los meses de calor debe tener alguna ventaja. Será por eso que los países nórdicos siempre están tan avanzados y da la impresión que el hemisferio norte siempre le saca varias cabezas de ventaja al hemisferio sur. El lector algo intencionado me dirá con una mirada entre sospechosa y simpática que si fuera tan así los Inuits debieran ser los amos del universo. Podría contestarle que los extremos no son buenos para nadie.

Quizás la necesidad de tener que esperar pacientemente a que la naturaleza nos permita efectuar el próximo paso sin sus inclemencias debe ser buena enseñanza. Eso de tener que esperar a que la nieve se vaya para comenzar a sembrar y luego ver que hago durante esos 3, 4, 5 y hasta 6 meses sin poder salir a hacer nada productivo (en lo material) debe brindarle al hombre algo de sabiduría, estoy seguro.

A nosotros que venimos de zonas algo menos extremas, Dios nos ha dado otras particularidades. Nos ha hecho algo menos pacientes creo yo, simplemente por el tema de no tener necesidad de esperar. "Tiramos un grano al suelo y crece" decimos los argentinos, siempre con ganas de ufanarnos de lo que no tenemos o no sabemos o lo que sea. En regiones como las nuestras donde el frío quizás sea un pequeño inconveniente durante no más de 3 meses al año, la búsqueda de la inmediatez, de tener las cosas sin tener que pensarlas ni esperarlas mucho, a veces puede ser una realidad.

Y es así como cuando nos movemos del Sur hacia el Norte a veces pareciera que el primer choque cultural no es el idioma, sino simplemente la capacidad de esperar, de ser paciente, de apreciar lo que hay hoy y de meditar el por que y el cuando del próximo paso.

En la vida laboral canadiense se puede observar este fenómeno. Los recién llegados solemos apresurarnos por la búsqueda desenfrenada del trabajo, aún cuando ya tengamos trabajo. Y los vemos a ellos, los "locales", pasar sus días, meses y quizás años, en las mismas posiciones, haciendo su trabajo y esperando el próximo ascenso... mientras nosotros revolucionamos a su alrededor a la búsqueda de un dólar más por hora que no nos va a aportar nada al fin y al cabo.

Algunos se podrían atrever a sugerir la discutible idea del "Tienen todo lo que quieren al mínimo esfuerzo! Ya no necesitan ser ambiciosos!" Lamento disentir, amigos... La idea de la ambición siempre está presente. Sin esa ambición diría que, como mínimo, quedarían desplazados del sistema de consumo masivo que regula esta sociedad. Lo que creo que tienen es algo que a muchos de nosotros nos falta: "Paciencia". Para sembrar y cosechar a su debido tiempo. Cuando la situación sea la indicada. Cuando los méritos sean los adecuados.

Digamos que quizás tengamos algo para aprender en estos meses que vienen... Digamos que quizás sea el invierno.

Guillermo

http://loszieglerencanada.com

martes, diciembre 01, 2009

Los ancestros

Recuerdan que cierto día creé una entrada con la receta para hacer el postre llamado "helado de vainilla" y que no era helado? Bueno, esta entrada tampoco está relacionada con Canadá.
Esta mañana recordé la historia que mi papá me había contado hace mucho tiempo. No recuerdo qué estudió mi abuelo paterno. No lo conocí. El murió algunos meses después de mi nacimiento. Fue tan coincidencial su muerte, que cuenta mi mamá que ella y mi abuela paterna usaron el asunto para hacer que mi papá permitiera que me bautizaran. Que esa había sido la última voluntad de Nicolás. Así se llamaba mi abuelo.
El caso es que mi abuelo como que se dedicaba a la electrónica. Entiendo que trabajó muchos años para la oficina de tránsito de Bogotá. También entiendo que era muy bueno.
Ellos vivieron en alguna época de su vida en Barranquilla. Allí fue donde mi papá hizo su primaria, creo. Y allí fue donde mi padre aprendió a hablar inglés, francés y alemán, en el Colegio Alemán. Me siento muy orgulloso de contar que entre otros idiomas, mi papá habla los tres mencionados como si hubiera vivido toda la vida en USA, en Francia o en Alemania. Qué descreste!
Pero es que mi abuelo no era de despreciar. Cuentan que era la única persona en el Caribe que podía arreglar los radares de los barcos, cuando éstos estaban en alta mar.
Pero la historia que les quiero contar no es sobre mi papá. Es sobre mi abuelo.
Algún día llegó a Barranquilla el primer radio. Radio de tubos, imagino yo. Como que lo importó uno de los hombres más ricos de la ciudad. Como que hubo carnaval y fiestas por varios días para festejar la adquisición y la llegada del mundo moderno a Barranquilla. Todo un acontecimiento.
Hasta el día que al hombre se le dañó el radio. Y entonces se lo llevaron a mi abuelo para ver si podía hacer algo. Pues mi abuelo, obviamente no sabía nada de radios. Era el primero que veía en su vida.
El caso fue que después de repararlo, salió y puso un letrero en la puerta de su taller:
"SE ARREGLAN RADIOS".