miércoles, septiembre 15, 2010

Me acaban de dar una noticia muy mala. A un amigo mío que ha aplicado ya dos veces le acaban de negar su CSQ.

La razón? El funcionario de Québec le preguntó sobre sus planes a la llegada a Québec. Mi amigo cometió un error que no le perdonaron. Dijo que llegaría a ubicarse, buscar su apartamento y a buscar una escuela de francés para continuar estudiando el idioma.
Pues no. No se puede. No les gusta. No será correcto?
Uno no puede responder que va a estudiar. El funcionario le dijo explícitamente que esperaba que ellos llegaran a trabajar (y supongo que no era personal, así que se aplicaría a todos los inmigrantes).
Y es que resulta ser mi eterna discusión. Si el inmigrante ya pasó una entrevista en la que no sólo mostró que tiene el perfil adecuado para vivir en Québec sino que además tiene los conocimientos suficientes de la lengua (esa es la evaluación que hace el cónsul), entonces por qué razón el inmigrante no llega a trabajar? Por qué ese cuento de seguir estudiando?
Así que no sólo es mi forma de pensar, sino que además parace corresponder con la política oficial de Québec. Ellos nunca dicen que uno debe llegar a lavar baños, ni trabajar de mesero (salvo que esa sea su profesión).
Por eso creo que se equivocan los que están apenas en el proceso y se llenan de "valentía" para decir que ellos están dispuestos "a hacer lo que sea" a su llegada, a trabajar "en lo que toque", cuando yo creo que la verdadera valentía sería la de enfrentar la realidad de una nueva cultura, una nueva lengua y buscar un empleo en lo suyo, tal como lo hacen los canadienses, y lo que es aún mejor, miles de otros inmigrantes que también llegan con un manejo limitado (naturalmente!) de la lengua local. La misma limitación que yo reconozco aún tengo.
Les dejo un artículo que a propósito de los miedos publica hoy el diario El Tiempo de Colombia:

viernes, septiembre 10, 2010

Creo que ya perdí incluso la práctica para hacer esto. Qué pena. Éste si fue un verdadero abandono.

La culpa se la podemos echar al verano. Por supuesto estuve muy ocupado.

Hago un resumen rápido. Mis hijas vinieron de España. Viajamos durante casi 3 semanas a La Florida. Tuvimos la oportunidad de conocer algo de Miami y luego fuimos a Orlando. Fuimos atendidos por montones de amigos y de familiares que nos trataron como reyes.

En Orlando visitamos los parques de Disney. Los 4 principales y 2 de agua. 7 visitas en total, en 8 días (repetimos uno de los parques). Fatal. No he parado de quejarme. ¿En qué trabajo le toca a uno levantarse a las 6 am, para correr a alistarse, desayunar, correr para tomar un bus y caminar desde las 9 am hasta altas horas de la noche, casi media noche? Con apenas un respirito para el almuerzo. Con mucho calor y humedad. Y además no sólo no le pagan por hacerlo sino que usted tiene que pagar.

Íbamos a hacer todo el viaje por tierra. Menos mal que no. A eso sí no hubiera sobrevivido.

Sólo para el chisme y para los que lo vayan a hacer, un pequeño estimado de los costos de un paseo como ese. Tiquetes Burlington – Washington – West Palm Beach (a una hora de Miami) y Tampa (a una hora y media de Orlando) – Washington – Burlington: US$1.080 para los cinco (incluida Victoria). Parqueadero en Burlington: US$192 (20 días). Hotel en Orlando, Buena Vista Lake, cerca de los parques: US$700, impuestos y tasas y servicios incluidos. 10 días 9 noches. Desayunos incluidos. Transporte a los parques incluido (bueno, a Epcot Center porque de ahí a los otros es gratis por parte de Disney). Entradas a los parques: US$1.150.

Un truco que podría ser bueno. Planeamos 4 días y compramos 4 días. Por comprar 4 días nos regalaron otro, que con la opción de los parques se volvieron 2. En total, entonces, 10 entradas. Y sólo teníamos “tiempo” para 8. Tal vez si hubiéramos comprado para 3 días nos hubieran dado el cuarto? Hubiéramos ahorrado unos pesos?

El verano ya se va yendo. Y mis hijas el domingo.

Siento que el corazón se me partirá por siempre.