jueves, enero 31, 2008

Las visas

Llegaron el miércoles. Muy rápidos. Se suponen que fueron enviadas el martes.

Apenas hoy reclamamos los pasaportes en la oficina de correos. Vencen el 29 de enero de 2018. Como cortico el plazo... Muy vacano. Ahora sí, a pasear.

Alguien preguntaba que por qué Ottawa. Pues vaya consiga una cita en Montréal si es tan macho. No importa la hora del día ni el día de la semana, ni la fecha en el calendario, igual todas las citas están copadas durante las próximas 6 semanas. Cuáles 6? No importa. Usted mira la página y las próximas 6 semanas llenas.

Lo otro es que en Montréal no son tan queridos como en Ottawa, según nos han contado. De verdad que en Ottawa nos atendieron bien.

Fabricio trabajó hasta hoy. Mañana empiezo solo. Soy Juan, The One (porque les suena parecido), pero ahora Alone (suena diferente). Vamos a ver qué pasa. El equipo soy yo solo.

Todo el mundo le deseó mucha suerte a él, cuando el que la necesita ahora soy yo.

martes, enero 29, 2008

Ottawa

Todavía me sorprenden las cosas que funcionan bien y rápido. La licencia de conducir, la tarjeta de crédito y en menos de 5 minutos teníamos una super camioneta último modelo, prácticamente nueva y muy bien equipada. En realidad, nunca nos entregaron el carro. Sólo las llaves.

Uno va al parqueadero, al número que le dieron y listo. Arranque y váyase.

Lo plato es que Mauricio está bastante buñuelo. A él le tocó llevarse mi carro. Creimos que era mejor así. Si cualquier problema, era mejor que fuera sólo con la policía y no con la compañía de los carros. Estaba tan buñuelo que cuando llegamos a la casa me preguntó por el olorcito. Marica, pues si le quemó el cloch! Pero es que además cuando iba a frenar, el pié se me iba hasta el fondo. Ah, bueno. Entonces no me quemó el cloch, se tiró fue los frenos. Y qué será? Marica, pues de pronto porque viene con la emergencia puesta. Jajajajajaja. Finalmente cuando se enfriaron, el carro quedó bien.

Es que éramos 6. Dani y Luzma, Mauricio y Angela Cachetes, Juana y yo. No cabemos en mi carro y finalmente éramos suficientes para alquilar el carro. El precio tampoco es del otro mundo y podíamos andar 600 kms. Perfecto para ir a Ottawa.

La mayoría durmió durante el viaje. Trasnochados los pollos. La música en la emisora fabulosa. No podía entender qué clase de emisora tenía tanta potencia para que pudiéramos oir música de los 70 desde Montréal hasta Ottawa. Era digital? De dónde venían los títulos de las canciones en el display del radio? Radio digital? Luego obtuvimos la respuesta: radio satelital. Con razón que no tenían comerciales.

Lo qué más me gustó fue el control para velocidad de crucero. Uno lleva la dirección con un dedo a 100 o 110 kms por hora y como si fuera en un avión. Muy cómodo.

Ottawa muy lindo. Qué descreste de arquitectura. Otra mezcla de modernidad con castillos y edificios antiguos. La geografía un tanto quebrada le añadía mucho encanto. Tocó comprar cámara y todo. Les prometo algunas fotos para el próximo artículo. Es que estoy en la cada de Miguel y Ana María.

Que el formulario le quedó mal. El código de barras está roto. Hubiera sido suficiente con esa información. De todas maneras la señora decidió mostrarme exactamente donde estaba roto el código de barras. Debe repetir el formulario. Me tengo qué devolver pa' Montreal?, alcancé a pensar. No señor, como leyendo mi mente. Ahí hay computadores e impresora. Repítalo y regrese.

Todo después de aguantar un poco de frío afuera, de entrar a través de las puertas metálicas de castillo (búnker) moderno. Muy simpáticos los guardias. Un plato que nos hubieran "desarmado" del chapstic y del control remoto de la camioneta.

Tiene tarjeta de crédito? For sure. Entonces llene este formulario para que le enviémos la visa. Cómo?? Así tan fácil? Tampoco, no creo. Pase a la ventanilla 7.

Qué status tienen en Canadá? Somos residentes permanentes. Sus Pi Ar Cards. Mis qué? Sus Pi Ar Cards? Ah... Serán las tarjetas de residencia. Sí. Un momentico. Juana!!! Ok.

Y por qué a estos otros los llamaron primero? Ah. Es que esa es la ventanilla de visas diplomáticas. Ana María Ramírez y Juan Diego Hernández, ventanilla 5. La diplomática. Claro. Gringos desconfiados. Huellas de todos los dedos. Sin tinta. La tecnología. Siéntense que ya los llamamos otra vez. Bueno señor. Gracias.

Juan Diego Hernández Fonseca y Ana María Ramírez, ventanilla 2 (casi que ahí mismito). Buenos días, dice el hombre en perfecto español. Ah, buenos días hombre, cómo me le va? Dónde es Perera. Qué? Dónde es Perera, where is Perera. Ah, (dice Juana), en el Eje Cafetero. No creo que haya entendido. De aquí pa' ya todo en inglés.

Pereira es una ciudad muy linda, en el centro del país. En las montañas. Con un clima delicioso. 22 grados todo el año. Usted conoce Colombia? Sí. Y me cambió el tema ahí mismo:

Y usted trabaja para McGill. Sí señor. Y tiene una prueba de ello? Sí, claro. Mi certificado y también tengo mi Card ID. Ok. Y ustedes están casados? Sí, señor. Y tiene prueba de ello? Sí, señor. (El certificado de matrimonio debidamente traducido por autoridad competente). Y hace cuánto que se casaron? En septiembre del año pasado. Qué? Sí. En septiembre. Ah, no. Que pena. Es en septiembre pero del año pasado (otra vez el mismo error pero con gestos de la mano, porque no creo que haya dicho bien nada). Es que me confundí por... año nuevo... usted sabe.

Y dónde se casaron? En Colombia. Y entonces hace cuánto que ella está acá? Desde el otoño pasado (para que sonara bieeennnn lejos en el tiempo). Cuándo llegó ella? En diciembre.

Y a qué es que van a ir a Estados Unidos? Es que tengo un amigo que heredó un carro. El no tiene trabajo y está en la ayuda social y no creemos que pueda obtener una visa. El me pidió el favor. Un carro? Qué carro? Una Nissan Pathfinder. Y es un carro...? No. No es mío. Es para mi amigo. Es un favor. Es que la tía de él va a regresar a Colombia. Ella está yéndose de Estados Unidos para Colombia y le dejó el carro a él. Y cuánto tiempo piensan estar en los Estados Unidos? 2 días. Un fin de semana.

Lo otro es que también sabemos que los tiquetes son "cheaper" si uno viaja a través de los Estados Unidos. Y para ir a Colombia, pues quisiéramos pasar por ahí. Y para hacer un poco de turismo también. Dicen que en la frontera la electrónica y la ropa tienen buenos precios. Pa' pasear, mejor dicho. Uno viviendo tan cerquita. Pues camine mija y nos vamos pa' los Estados Unidos a dar una vuelta.

Pues yo les voy a dar visa múltiple. Eso no significa que los dejen entrar a los Estados Unidos. Es sólo un requisito. El oficial en la frontera será quien decide si pueden entrar o no. Y con ese cuento del carro, yo veo eso como enredado. Ya el oficial decidirá. La visa no los deja entrar así no más. Nosotros se las enviamos por correo. Si en una semana no les han llegado, nos llaman pa' ver qué hacemos.

Gracias. Muchas gracias. "Buen día". "Igual a usted". "Chao"

El desayuno Quebeco. No en Ottawa. El hotel quedaba en Gatineau, al otro lado del puente. Con ese desayuno tuve para casi todo el día. Casi perfecto. Algo ligero: 3 huevos, jamón, tocineta, salchicha, las papas fritas de acá, con cebollita y que tal. Café. Jugo de Naranja. Rodajas de naranja. Pan tostado con mermelada. Más café. Leche para matarle lo negro.

Recogimos a los muchachos y nos vinimos por la 50. Para ir a Montebello. Para conocer el tal Castillo de No Me Acuerdo. Muy lindo. Una de las fotos que les quiero publicar es de unos perros de trineo de allí. Preciosos.

La devolución del carro casi tan chistosa como la entrega. Viene lleno el tanque? Sí, señor. Y cómo con cuántos kilómetros llegó? Cómo 3672. Ah. Bueno. Entonces no le cobro kilómetros extra. Ok. Con la misma tarjeta? Sí, señor. Ah, bueno. Ok. Listo.

Listo? Nadie fue a ver si el carro tenía rayones, si tenía el tanque lleno o si estaba allá afuera tirado sin ni siquiera haber quedado bien parqueado. Muy fácil. Muy bueno el servicio.

Muy bueno lo de la visa. Pa' esa vaina tan cara y tan lejos... Bueno, pero ya se tiene.

Ni idea por cuánto tiempo. Ni nos atrevimos a preguntar.

sábado, enero 26, 2008

Record

Ahora sí es casi un record. 25 días sin escribir. Qué pena. El último comentario que recibí me exige escribir algo nuevo.

Es que he estado muy ocupado. Ahora que renuncié a Plumeus, tendré más tiempo para contarles nuevas historias.

Han ocurrido muchos eventos en el último mes.

Empecemos por McGill. Fabricio, mi jefe, mi amigo, renunció. Se va otra vez de contratista para una empresa minera. La cochina plata. Así las cosas, el equipo del Portal de la Universidad, que antes éramos dos, él y yo, ahora es uno: yo.

Así las cosas, me quedo solo. Bastante stress, por supuesto. Apenas medio voy conociendo la tecnología que usamos y medio entiendo la maraña de componentes, servidores y demás. Parece que me quedo casi con toda la responsabilidad de él, más las mías. Aún no he hablado con Doug, el jefe del departamento, para saber cómo es que quedo yo, si hay cambio en mis condiciones laborales o qué.

De Plumeus finalmente me mamé. No me pagaban nada desde comienzos de diciembre, me recibieron bastante mal el día que Juana llegó y fuera de eso no me invitaron a la fiesta de Navidad. Yo era empleado y estaba en la nómina, para ciertos efectos. Para ellos, yo era simplemente un contratista. Mejor dicho, me llené de motivos.

Ayer ya les dí la noticia. Acabo de terminarles un balance del proyecto, para ver qué quieren que yo finalice. Debo cotizarles. Ahora sí las trabajo como contratista, al precio que yo quiera. Si les sirve, si no, demalas.

La verdad es que ya estoy necesitando mi tiempo libre al final del día y los fines de semana. Quiero dedicarme a disfrutar de las cosas que ya tengo, de mi familia y de mis amigos.

Es que les cuento que tomé algunas decisiones radicales para la vida. Eso, en parte causado por la partida de Fabricio.

Ya logré mis objetivos económicos en la vida!!

Cuántos de ustedes lo pueden decir hoy? Cuántos lo podrán decir algún día?

No es chicaneadera. No soy millonario. No tengo ahorros. No tengo casa.

Simplemente, ya tengo lo que necesito para vivir. De pronto ustedes también, pero no se han dado cuenta. El salario que tengo es suficiente y me queda un poquito para ahorrar y para hacer lo que me gusta. Ya puedo ir de vez en cuando a un restaurante o tomarme una cerveza y de vez en cuando también podré ir a pasear por Canadá, a los Estados Unidos o a Colombia o a Cuba o a Aruba.

Es que pienso que todos estamos en una carrera loca por tener más. Yo ya no quiero comprar casa ni apartamento ni nada. No voy a sacar 600 o 700 u 800 dólares más cada mes, sólo para tener un techo y una cama. Porque además ya los tengo, aunque no sean míos. No importa.

Ya veremos como viene el futuro. Por ahora, me quiero sentir estable. Normalmente uno está buscando más empleos, para tener más plata, para comprar cosas más grandes, más nuevas, más bonitas. Más cuartos para tener que amoblarlos y mantenerlos. Y luego otro empleo para más carros y más cuartos. Y así.

Yo paré. Llegué a mi objetivo económico. Sólo siguen los motivos espirituales.

La felicidad. Mis hijas. Mi familia. No más.

martes, enero 01, 2008

Año nuevo

Muy rico que la pasamos. Muy acompañados.

Mi hermano Daniel llegó el domingo. Es el único que podrá contar que al segundo día de estar en Canadá ya tenía apartamento amoblado, incluyendo las cosas de la cocina, la cama, un TV, un DVD y hasta equipo de sonido y ventilador. El único que podrá decir que al segundo día ya tenía botas, computador nuevo y lo mejor: una entrevista de trabajo para el viernes 4 de enero.

Y eso que era pleno 31.

Yo estoy feliz con la llegada de él y de su esposa Luzma.

También vinieron ayer mis amigos Mauricio y Ángela (alias Cachetes). Muy chévere el gesto de acompañarnos un rato. Mauricio es muy divertido y nos hizo reir toneladas. Se fueron temprano porque nuestra fiesta era muy "adulta" y ellos lo que necesitaban era discoteca y demás.

Vinieron mis amigos de Sherbrooke. Los que visitamos el fin de semana pasado. Son Arbey y Noridia con sus dos hijos Sebastián y José Miguel. Los acompañaba la novia de Sebastían, una quebequita muy linda que se llama Andrée-Ann. El hombrecito es un adolescente pero ya se porta como un adulto. Son muy queridos todos. Arbey y Noridia son adorados y nos trataron como reyes en su casa.

Al comenzar la noche recogí a Ángela y Luis en Longueil. Nos trajeron natilla y buñuelos. También son adorados.

Sobre las 11 llegaron Rafa y Miguel con las niñas. Ya mi felicidad era completa. A ellos sí que los quiero. Infortunadamente se tuvieron que ir temprano. Rafa viene muy cansada y había pasado una muy mala noche la víspera. Todo eso porque Alicia está que llega.

Las niñas pudieron jugar un ratico con José Miguel.

La comida, deliciosa. Entre Juana y Daniel orquestaron todo y quedó perfecto. Un arroz verde y una ensalada gourmet.

Podrán imaginarse mi 2 1/2 con colchones y sleepings por todas partes. Ahí nos acomodamos. Apenas se está levantando la gente.

A ustedes los he tenido olvidados. Creo que les debo muchas historias alrededor de la nieve, las paleadeas, las tormentas, las varadas con el carro enterrado. Nada de que preocuparse. Pienso que hasta ahora el invierno ha estado ok. Claro que hace frío, pero uno no lo padece. Para mí, totalmente soportable.

Empieza el nuevo año. Lo único que espero ahora es el verano. No por el clima sino por mis nenas que me hacen siempre tanta falta.