jueves, noviembre 26, 2009

La pesadilla en Canadá

Cuando empecé este blog era fundamentalmente para mí (como una especie de diario), para mi familia y para mis amigos que venían para Canadá. Ellos conocen de mi pesadilla. Y algunos muchos lectores que han seguido el texto durante estos años e incluso otros que se lo leen de pe a pa cuando se lo encuentran, también. Ellos también conocen mi pesadilla en Canadá. Para los que no, este artículo.
Canadá ofrece mucha estabilidad laboral. Una vez se ha encontrado una posición, es bastante probable que uno se quede muchos años. Por supuesto eso depende del gusto por el empleo y de la situación económica de la empresa. Pero digamos que en general la estabilidad es muy alta, especialmente comparada con Colombia.
La edad, no resulta ser una barrera a la hora de encontrar un empleo. Aquí, la experiencia y el conocimiento es lo que valen, así que no hay problema si usted tiene 30, 40 o 50. Muy diferente de la "política" colombiana donde menos de 25 es demasiado inexperto y más de 28 es muy viejo.
Es irónico. En Canadá se promueve la búsqueda de empleo mediante las "redes de contactos". Dicho en buen colombiano, por medio de las palancas. Es muy válido, se aconseja y resulta casi que la mejor forma de encontrar un empleo: que usted sea recomendado o conocido de alguien. Lo irónico es que una vez la empresa lo conoce a usted como candidato, ya no cuenta su amistad. Ya lo que cuenta es que usted de verdad tenga la experiencia, capacidad y habilidades requeridas para el puesto. Cosa que me gusta, pues resulta la más justa. En contraste con...
Y en Canadá, como en el caso mío, una vez que uno tiene un empleo estable, resulta que casi mágicamente el salario alcanza para todo lo que uno necesita (a diferencia de adivinen qué pais?). Con un buen empleo, uno puede pagar una hipoteca de una casa o un apartamento prácticamente nuevo y con todos los espacios requeridos para una familia normal. Se puede pagar la cuota para la adquisición de un buen vehículo último modelo.
Se pueden pagar los servicios básicos de electricidad, internet, televisión por cable. Y se pueden pagar los gastos médicos. Y comprar ropa. Y salir 2 o 3 veces al mes a un buen restaurante. Y se puede ir a pasear a Colombia de pronto cada 2 o 3 años. Y se puede viajar a sitios hermosísimos en la misma provincia de Québec o en Ontario o más lejos, si se quiere. O a los lugares más famosos de USA, aquí cerquita de la frontera o con tiquetes aéreos baratos en las temporadas apropiadas.
Y uno puede ir a cine, o a conciertos o espectáculos culturales realmente fascinantes.
Por supuesto que la salud y la educación básica están garantizadas. Eso, incluso si usted no tiene empleo.
En Canadá el empleo y el salario que se deriva de él alcanzan para que uno se vaya haciendo a sus cositas, sus muebles, sus electrodomésticos. Esta no es una real necesidad, pues es bastante fácil que uno se pueda dotar de los primeros a punta de regalos de otros o de saber buscar entre los montones que la gente deja en la calle cuando ya no los quieren más.
Mis hijas han podido venir ya 3 veces, durante los últimos 3 veranos. Y hemos podido viajar y disfrutar de hermosas tardes en el bote de vela de mi amigo Lorenz. O divertidísimos días en los parques de atracciones de Montréal o en el parque acuático de Toronto u otro espectacular del que ya olvidé el nombre, en Long Island, NY.
Creo que en general somos felices en Canadá. Y no regresamos a Colombia porque tenemos que terminar procesos aquí: la ciudadanía y el aprendizaje de las lenguas para Victoria, fundamentalmente. Luego, veremos qué pasa.
Esta es mi pesadilla. Y será la suya si logra la condición fundamental: un empleo bueno en su área.
Si usted viene, y se dedica a estudiar, y se endeuda, o de pronto le toca quedarse en uno de esos trabajos que no deshonran pero que tampoco gustan, y usted se parte el lomo 8 o más horas diarias y descubre que sólo cubre sus necesidades básicas, y descubre que de pronto ese trabajo le va a tocar por muchos años o por el resto de la vida (como le ha pasado a algunos amigos míos) entonces usted sí que pensará en Colombia, y comparará y encontrará esos parecidos y esas diferencias. Y pensará que tal vez Colombia no era tan mala. Y que tal vez Canadá no era tan bueno.
Como dicen todos, cada historia es diferente. Yo espero que usted se despierte y se encuentre una realidad como la mía. De todo corazón. De hecho, yo escribo porque lo que quiero es que a usted le vaya bien. Yo escribo para tratar de ayudar.
Es o no mi condición un punto válido para poder criticar lo que encuentro mal en Canadá?

sábado, noviembre 21, 2009

Canadá

Un país muy bello. Lleno de bosques, ríos, lagos y montañas en combinaciones que producen los paisajes más hermosos posibles.
Las ciudades son en general bonitas. Algunas de ellas muy grandes. Nada de modernas. Son ciudades fundamentalmente viejas. No tan limpias como uno esperaría de un país desarrollado. Siempre es que se ven las basuras aquí y allá. Los edificios pueden ser bonitos, pero viejos. Al interior uno siempre encuentra que se trata de madera vieja, de metales oxidados, de los años de un clima inclemente. Las calles tienen huecos. Muchos. Especialmente en Québec. No digamos como Bogotá, pero sí como la mayoría de las ciudades inatendidas por nuestros presupuestos locales. Las autopistas son mucho mejores en Ontario o USA. En Québec, todavía dejan que desear.
La gente es bastante apática. Hay excepciones, claro, pero en general, cada uno por su lado. Se ven claramente las diferencias entre las culturas y las pugnas respecto de los velos, turbantes y demás herencias de las otras culturas. Nadie se interesa por los problemas de nadie, a excepción de los organismos a los que les pagan para que sí. La gente conduce bastante regular. Se pasan los semáforos, pitan a los demás vehículos y ocasionalmente a los peatones. No como en Bogotá, pero igual se ve. Si usted va 10 kilómetros por hora por encima del límite máximo de velocidad, no es extraño que el de atrás le haga luces, le pite y le muestre una de sus falanges al pasar, porque usted va demasiado despacio. La gente se cruza en cualquier parte de la calle y muchas veces ni siquiera esperan la señal verde para los peatones.
El sistema de transporte funciona, a veces. Todo el mundo se queja de lo impuntual de los buses, especialmente en Montréal. Con los trenes, todos los problemas del mundo. Retrasos incluso de horas. Y no hablo de los trenes para ir a pasear a Vancouver. Hablo del tren que usa la gente a diario para ir a su trabajo.
Hay casas muy hermosas en barrios muy hermosos. Los de los ricos. Los demás, bastante normales. Pero la generalidad está formada por los barrios de montones de edificios de apartamento apeñuscados, diminutos con los olores de todas las culturas invadiendo los rincones. Con los patios encima de los patios y las ropas tapando el sol que debería entrar por las ventanas. Con las acumulaciones de chécheres sobre chécheres y el óxido y las maderas viejas pudriéndose.
La gente trabaja en lo que le toca. La inmensa mayoría de los inmigrantes están trabajando en las fábricas, en las empresas de aseo, en los Tim Hortons y McDonalds. También se ven canadienses en esas posiciones, vale decirse. En general veo que la gente está endeudada. Primero, por las tarjetas de crédito y los créditos de almacenes a los que se accede con demasiada facilidad. Segundo, la gente debe dinero de los préstamos para estudio. En general creo que es una tendencia al endeudamiento y de poco ahorro. Serán la excepción aquellos que envían algún dinero para sus países de origen y que lo utilizan par adquirir apartamentos y taxis y no simplemente para los gastos diarios de sus familias.
La integración es la parte más dura del proceso. Los inmigrantes suelen estudiar aquí durante meses y años los idiomas oficiales para al final descubrir que su nivel de idioma no depende de la cantidad de estudio sino de la verdadera integración en trabajos en su área o incluso estudiando otras materias diferentes de la lengua. Sin importar que ya hayan estudiado en su país de origen y que hayan ya pasado una entrevista en francés (y algunas veces en inglés), consideran que no hablan el idioma "perfectamente" y que por tanto no pueden encontrar un empleo diferente de los mencionados. Por ello, no buscan los empleos que deberían y no dejan que sea el "mercado" el que les defina su "nivel de idioma". Complejo del Inmigrante, lo llamo yo.
Si se supera la barrera del idioma (barrera interna), entonces encontrar empleo en su área no es fácil. Fundamentalmente se interpone la falta de "experiencia canadiense". Los empleadores por general se fijan más en las experiencias previas y en las competencias que en los títulos (a excepción de las profesiones reguladas que resultan ser todo un caso aparte). Entonces, todo depende, para el primer empleo, de saberse vender y demostrar como la experiencia patria también vale y que el mundo es más o menos igual por todas sus partes redondeadas.
Hay mendigos en las calles. Gente que pide limosna y que hace malabares en los semáforos. Y la gente protesta. Los empleados hacen manifestaciones al frente de sus lugares de empleo y consideran que sus condiciones laborales no son justas. Quien creyera que hasta por aquí nos encontraríamos las influencias de las FARC y otros comunistas de esa calaña. Y hacen huelgas. Incluso los empleados oficiales!
El sistema de salud no es tan bueno como se esperaría. Yo los excuso. Me parece muy difícil que un país fundamentalmente capitalista construya un sistema de salud que sea a la vez universal (todo el mundo tiene acceso a la salud) y a la vez perfecto. No se puede esperar que un sistema que atiende a la gente sin importar si tiene empleo o no, si ha cotizado o no, si tiene un dólar en el bolsillo o no, los atienda a todos apenas llegan al centro médico u hospital. Pero así es. Las esperas son de 4, 5, 8 o más horas. Nada qué hacer. Afortunadamente he visto que la atención de enfermedades graves y crónicas es excelente. No es eso lo que siempre se decía del Seguro Social en Colombia? Que era muy malo para urgencias pero excelente cuando de enfermedades graves se trataba?
Este es un país inseguro. A amigos míos los han robado. Les han roto los vidrios del carro para sacarles, a uno, un pasacintas y al otro, el computador y el GPS. Y a otros se les entraron al apartamento. Y uno ve en las calles de Montréal cada nada los carros parqueados con los vidrios rotos o los solos vidrios rotos allí en el andén testigos del crimen que ya pasó. Y a la gente la desaparecen y la secuestran! Cada nada se sabe de los niños y niñas que desaparecen. Y uno ve los carteles por todas partes al estilo del viejo oeste: Se busca. Pero no por malos, sino porque alguien se los llevó. Y se copian de USA y entonces una o dos veces al año un loco cualquiera arma una balacera en un colegio. Así que uno no puede decir que vive tranquilo y que puede andar con los ojos cerrados o dejar las puertas abiertas. Por supuesto las escalas no son las mismas, pero los fenómenos ahí están.
En Canadá hay corrupción. Mucha. Pues los políticos aquí también gobiernan para ellos. De hecho algunos columnistas critican, con razón, como en el sistema del mercado, del capital y de la libre empresa, los gobiernos hayan optado por otorgar "subsidios" a las empresas privadas, en medio de la crisis. Lo mismo que su gobierno le da a usted dinero cuando usted está mal. Igualitico. No dizque el Estado debería ser mínimo? La diferencia es que en Colombia esto no pasa sólo en tiempos de crisis. Pasa siempre. Cuando las empresas son buenas y rentables como Telecom o Ecopetrol, las venden. Cuando son malas, privadas, y se quiebran como en el caso Granahorrar, las compran. Es una lógica que sólo el bolsillo de los arriba entienden. Bueno, parece que igual que las reglas de la física, las reglas del "mejor camino para hacerme rico" también funcionan acá. Redondito el mundo, no?
Uno esperaría que al llegar aquí estuviera uno blindado. Pues para darles una cifra, al llegar a Québec, usted, como residente ya debe algo así como 15 mil dólares, pues resulta que nuestro déficit es como de 500 mil millones de dólares. Y empeorando.
La gente en general no es educada. Es que no van a la escuela. No van a la universidad. La gente vota con mucha más conciencia que en los países pobres, pero igual no hay muchas opciones. Los candidatos resultan ser de derecha y con los mismos intereses de los políticos del otro lado de la esfera. Aquí los electores no se venden por un mercado o una teja. Pero sí se ven los escándalos a diario por los contratistas que deciden quién es elegido y quien no. Incluso convencen a los candidatos de no presentarse a elecciones locales cuando el status quo está funcionando de maravilla, para ellos.
Y es que aquí no es un contratista que hace alianzas con los funcionarios de turno. Es peor. TODOS los contratistas se ponen de acuerdo, fijan las condiciones para las licitaciones, las montan y deciden quien se las va a ganar esta vez. Se rotan. O tal vez no haga falta porque son todos como la misma cosa. Italianos. Mafia. Ese es el nombre oficial del problema.
Este es un bello país. No cabe duda. Pero bien diferente del que uno se imagina antes de emigrar.
Tal vez este artículo ayude a que algunos entiendan a qué me refería cuando dije alguna vez que Canadá era lo mismo que Colombia.
(por favor lea la entrada anterior, se trata de un contraste)

viernes, noviembre 20, 2009

Canadá

Un país muy bello. Lleno de bosques, ríos, lagos y montañas en combinaciones que producen los paisajes más hermosos posibles.
Las ciudades, perfectas. Modernas. Grandes. Limpias. Con las calles impecables y los edificios relucientes al sol. Sin basuras en las calles, sin huecos, con sistemas de alcantarillado perfectos y con autopistas y carreteras en magnífico estado. Perfectas, casi como para patinar en medias.
Las gentes, amables. Todos muy al estilo norteamericano. Los inmigrantes, también ya adaptados a esa cultura y por tanto vistiéndose, relacionándose y en general comportándose como los "locales". Ayudando de cuanta manera pueden a los recién llegados. La cortesía en las calles, increíble. Nadie cruza un semáforo en amarillo o rojo. Nadie pita. Nadie se le atraviesa a nadie, ni nadie insulta a nadie por ir un poco más despacio. Los peatones no se cruzan en la mitad de la calle. Todo el mundo saluda y trata de ayudar. Todos quieren ser amigos de los interesantes recién llegados.
El sistema de transporte, puntual. Perfecto. Buses, trenes y sistemas de metro impecables. Como en las películas futuristas.
Las casas, hermosas. Todas como recién hechas. Como hechas con "estralandia". Todas inmensas, todas con jardines y patios inmensos. Siempre limpias, relucientes. Por todas partes, en todos los barrios. Toda la gente vive como si fueran ricos. Todo el mundo con 1 o 2 carros relucientes y nuevos, parqueados en el antejardín de las esplendorosas mansiones.
La economía, inmejorable. Todo el mundo con salarios fabulosos y en empleos de ensueño. La gente, poco se endeuda y ahorra muchísimo.
La integración de los inmigrantes, casi ni se siente. Afortunadamente los inmigrantes llegan y con un par de meses en la escuela, aprenden a hablar perfecto el idioma. Muy diferente de las escuelas de nuestros países, donde por alguna razón extraña no se aprende. Debe ser porque la escuela no está en el medio...
Luego del idioma, se encuentra inmediatamente empleo en la profesión que uno ha estudiado y en el área de su experiencia. Como no hay competencia y el país está tan ávido de inmigrantes, pues las condiciones están dadas para este fenómeno. No le ponen trabas a nadie y reconocen inmediatamente los títulos, competencias y experiencia de los arribantes.
En el hermoso país no hay problemas sociales. No hay gente pobre, no hay mendigos. No hay protestas! Ni sindicatos! Ni huelgas! Lo mejor de todo, no hay corrupción!
El sistema de salud, inmejorable. Pues un país del primer mundo al fin y al cabo. Con la mejor tecnología! Hospitales y centros de atención impecables. Con gentes supremamente amables y prestas a colaborar. Nada de las horribles colas y esperas de nuestros pobres países de origen. Atención inmediata, tratándose de una emergencia o no.
En el hermoso país la seguridad está garantizada. No hay robos, no hay atracos, no hay asesinatos, no hay secuestros, no hay locos por allí disparándole a los demás! Uno puede dejar su auto aparcado en cualquier parte. Sin seguro, pues no hace falta. Aquí nadie se roba nada. Aquí los niños no se pierden.
En los altos niveles, sí que funciona bien. En el bello pa­ís los políticos no están interesados en su propio beneficio y el de sus amigos. No. Ellos realmente trabajan para que todos vivan bien. De hecho, cuando la situación económica está muy bien para las empresas, los políticos trabajan y legislan para que de esas bendiciones se beneficien todos y no solo los empresarios. Pero eso sí, cuando las cosas están mal, los políticos se encargan de que los responsables, y en especial los dueños del sistema financiero sean los que paguen. Ni de riesgo los contribuyentes comunes y corrientes.
Las finanzas públicas, al pelo! Nada de déficits o problemas de endeudamiento. Al contrario, son los países pobres los que le deben al país maravilloso.
El sistema funciona tan bien, principalmente por los altos niveles de cultura y educación de la gente. Todo el mundo ha ido a la universidad, cuando menos. Todo el mundo vota a conciencia y entiende la diferencia entre las opciones, de las que hay muchas! En el bello país nadie se vende por un voto. Nada del tema de los contratos y el manejo de los presupuestos por parte de los particulares. No señor.
Qué bello país el que uno se imagina antes de emigrar.
(por favor lea la siguiente entrada, se trata de un contraste)

jueves, noviembre 12, 2009

Noticias

Empezemos por las malas. No me dieron el aumento de salario que pedí.

Ahora, las buenas. Por lo menos la respuesta no tuvo nada que ver con mi desempeño. Que el presupuesto, que los tiempo, que las escalas salariales, que toda la gente que está por debajo de usted...

Más buena aún, y que debió haber sido la primera sino fuera porque me tocó empezar por las malas, Victoria empezó oficialmente a caminar. Ya hoy ha dado 3 o 4 pasos solita y entonces decidimos declarar el día. 12 meses y medio. Así lo recordaremos.

Más buenas. Decidieron parar de buscar el líder para el equipo. En lugar de ello, van a dejar que dirija un poco la cosa una contratista que van a incorporar para hacer el análisis funcional del portal. Alguien que mueva el asunto. Alguien! Es que eso solo, tenaz!

Más buenas. También están buscando un Gerente de Portafolio para que se haga cargo, entre otros, del proyecto del Portal. De esa manera, por lo menos la jerarquía se aplana un poco. Es que tener que hablar con Sue, quien está actuando como Directora del Departamento, era realmente complicado, más por sus ocupaciones que por su disposición.

En suma, son más recursos para el equipo, que es lo que necesitábamos. La vieja manifestó que se preocupaba por nosotros y que le preocupaba mantenernos motivados.
Por esta última razón, le caí con mi siguiente petición: permiso para estudiar.

Que listo, que no hay problema. Siempre que cumpla con las 33.75 horas que tengo que trabajar a la semana y sin salirme hasta los fines de semana. Así que me tocará madrugar, almorzar en el escritorio o salir tarde. Pero vamos a darle.

Incluso le pregunté que si me podría dar una recomendación para ser admitido. Que claro. Que sería un placer, me dijo. Eso me gustó.

Para responder su pregunta: Una maestría en Ciencias de la Computación. En McGill. Es que McGill es la universidad número 1 de Canadá y la 12 del mundo. Y yo no tengo que pagar matrícula. He ahí mi aumento. Cómo no echarle mano a semejante oportunidad?
Y me caerán muchos diciendo que yo muchas veces dije que uno no debía llegar a estudiar a Canadá. Repuestas: 1) Yo no acabo de llegar. 2) Yo ya tengo trabajo en mi área. 3) No me voy a endeudar para estudiar.

Lo del estudio es una apuesta a subir un poco mi perfil, como para el futuro. Uno no sabe.
Otra apuesta que pienso hacer es la de meterme a la Orden de Ingenieros. Uno no sabe tampoco para que pueda servir más adelante.

Me aprobaron las vacaciones para enero, que juntadas con los días de diciembre me ponen a descansar casi un mes. Vamos para Colombia vía Burlington, New York, Bogotá, Cali.