jueves, diciembre 06, 2012

Una buena noticia


Si entendí bien, la recién elegida Primer Ministra de Québec acaba de proponer en la Asamblea Nacional un cambio para la famosa ley 101. La ley 101 es la que pretende fortalecer el uso del idioma francés en la provincia. Es un tema álgido con montones de matices.

La buena noticia, en mi concepto, es que uno de los cambios en la ley podría forzar a los empresarios a NO exigir el idioma inglés como parte de los requisitos para un empleo, a menos (por supuesto, digo yo) que en realidad el puesto exija el manejo de ese idioma. Por ejemplo, si a usted lo van a contratar para ser el responsable del servicio al cliente de una empresa cuya clientela está en los Estados Unidos, pues por supuesto que usted deberá manejar el idioma inglés y entonces el empresario estará autorizado a escribirlo en su anuncio.

Como ya he expresado antes, parte de las dificultades que tienen los inmigrantes al llegar a Canadá tiene que ver con las "autobarreras" (el término sí que me lo acabo de inventar). La gente piensa que porque el anuncio en Internet dice que están necesitando a una persona bilingüe, por ejemplo, entonces que no tiene caso aplicar si uno no habla "perfectamente" (como dice la gente) ambos idiomas. Y entonces, (también ya lo he dicho), la gente no aplica al empleo con las naturales consecuencias: no consiguen empleo, se quejan del sistema, se quedan podando jardines, etc.

Volviendo a la ley, la noticia es buena porque podría ayudar a borrar una (al menos) de las excusas por las cuales usted no aplicaría a los empleos aquí.

Por supuesto que el anuncio va a seguir diciendo que se necesita perfecto francés. ¿Se le mide? ¿O le da pena? O peor, ¿va a esperar hasta perfeccionar el idioma?

viernes, septiembre 21, 2012

Buscar empleo en Canadá


Se me ocurrió que sería bueno construir un compendio de los consejos que doy a amigos y desconocidos sobre lo que hay que hacer para encontrar un primer empleo en Canadá que no sea de jardinero (refiriéndome a mi entrada anterior). Es decir, ¿qué deberían hacer los profesionales que han inmigrado a Canadá bajo la categoría de trabajador calificado (profesional o técnico) y que ya ha pasado una entrevista en inglés o francés, probando con ello que ya se desenvuelven suficientemente con alguno de esos idiomas?

El truco se puede reducir a una estrategia de disparar mucho para que algún pájaro caiga. Hay que enviar muchísimas hojas de vida, para tener algunas entrevistas y para que de esas entrevistas salga una oferta de empleo.

Echándole una mirada general al mercado laboral de ciudades como Montréal y sus alrededores creo que es factible encontrar un número de empleos en muchas áreas que deberían permitir que uno envíe unas 10 hojas de vida diarias, 50 a la semana. El truco consiste en “ver” los anuncios de empleos (la mayoría son ignorados como si no estuvieran), aplicar a ellos y en dedicarse a esta tarea en modo tiempo completo, sin distracciones.

Hoja de vida

Primero consejo: No acepte muchos consejos. Todo el  mundo tiene una opinión que siempre será diferente de la de los demás. Es bueno refinar el documento y hacerlo revisar por un par de amigos nativos pero no ponerle demasiada tiza al asunto. Una semana debería ser el tiempo máximo empleado en construir una buena hoja de vida. Entonces aquí mis consejos:

Máximo 2 páginas. Nada de información personal diferente de la dirección, el teléfono y un correo electrónico. Si su nombre es Carlos Mario del Espíritu Santo y La Congregación Gómez de La Espriella entonces le recomiendo que escriba en el encabezado: Carlos Gomez (note que hasta la tilde la sugiero omitir). Sólo eso ya es suficientemente complicado para ellos. Lo que quiero decir es que uno debe escribir un solo nombre y un solo apellido para hacer la lectura más simple. No se me ocurre que sea buena idea “traducir” los nombres pues terminaría uno dando explicaciones un tanto bochornosas a la hora que uno quiera que el cheque o los impuestos sean registrados a nombre de “otro”.

Justo debajo de su información básica, es buena idea poner en alguna fuente notable los idiomas que usted habla. Si la hoja de vida es inglés entonces deberían estar las palabras: ENGLISH SPANISH (en ese orden). Si además usted habla francés, entonces ENGLISH FRENCH SPANISH. Ahora, si el documento está diligenciado en francés, entonces escriba FRANÇAIS ANGLAIS ESPAGNOL. Nótese, y considero muy importante, que usted no debería usar palabras anexas tales como “nivel intermedio”, “funcional”, “básico”, “principiante”, “hablado” o similar. ¿La razón? Uno nunca es suficientemente objetivo y conociendo las historias de los jardineros, es casi seguro que usted se va autocalificar con tendencia a la baja, lo cual no es conveniente pues simplemente su hoja de vida va a ser descartada sin siquiera ser leída (recuerde que esta descripción del idioma va al comienzo).

Entonces ¿qué hacer para resolver el problema de que usted cree que su nivel de idioma no es suficientemente bueno? Mi consejo: deje que la  decisión sobre su nivel de idioma la tome el entrevistador en su momento. Usted podría llevarse fácilmente la sorpresa de que su nivel de idioma es suficiente para las necesidades del empleo, que de pronto no lo es pero sus competencias son excelentes e igual el reclutador lo va a contratar y lo va a enviar a un curso posteriormente.

La primera sección de la hoja de vida debería ser un resumen de sus principales competencias. Una descripción de lo que usted saber hacer, en lo que usted se siente mejor preparado. Un truco clave consiste en poner en esta sección las mismas palabras claves que el contratante haya puesto en su anuncio.

La segunda sección debe ser su experiencia laboral, como siempre ordenada de la más reciente a la menos reciente. Yo sé que es típico poner primero la educación, títulos cursos y demás. Aquí no. Como lo he repetido muchas veces aquí lo de menos es lo que usted haya estudiado (¡o lo que vaya a estudiar!). Por ello mi recomendación de no pensar que hacer una maestría o un posdoctorado le va a ayudar. No es así. Ellos son prácticos y lo que necesitan es que usted sepa hacer aquello que es requerido para el empleo. Esa cultura de los títulos es muy colombiana (y no sé si latina). A veces recomiendo no poner los nombres de las ciudades y países donde trabajó y especialmente si no están en Norteamérica. Eso podría ayudar a que un reclutador un tanto desprevenido no se prevenga contra usted por no tener “experiencia canadiense”. Intente incluso traducir los nombres de las empresas. Tal vez la descripción del empleo desempeñado resulta ser de su suficiente interés.

En la tercera sección usted puede enunciar los estudios que ha realizado. Brevemente. No se aconseja poner cuanto curso de cocina se haya hecho, a excepción de certificaciones técnicas en productos, tecnologías o metodologías.

Al final la gente pone una línea mencionando sus pasatiempos y una línea que dice que las referencias están disponibles a solicitud. (Porque no es necesario ni se deben adjuntar certificaciones, títulos ni recomendaciones)

Mi último consejo es acerca del formato y el nombre del archivo: Documento Word con un nombre suficientemente claro para dar una idea sobre el contenido a un lector desprevenido en caso de encontrárselo por allí suelto: CV à Carlos Gomez – Programmeur.doc o Carlos Gomez’s Résumé – Programmer.doc

Carta de presentación

Ésta sí es típica y es mejor copiarse de formatos por allí. Un buen carretazo de por qué usted es el candidato ideal, basado en la experiencia en tal y cual trabajos y cómo esas competencias encajan perfectamente en la empresa tal de acuerdo con los requerimientos del empleo tal.
Formato y nombre del archivo: Lettre de présentation à Carlos Gomez.doc o Carlos Gomez’s Presentation letter.doc (igual razón que para la hoja de vida).

Algunos empleadores incluso recomiendan que en lugar de enviar dos archivos separados, es mucho más conveniente para ellos si el contenido de ambos se registra en uno solo, facilitando así el proceso de lectura en un solo paso.

Motores de búsqueda

Hay dos cosas que hacer respecto de los motores de búsqueda.

Primero, hay que inscribir la hoja de vida de tal suerte que pueda ser consultado por potenciales empleadores. Yo recomiendo tres: Jobboom, Monster y Workopolis. De esa forma seguro se está cubriendo un 95% de las ofertas que hacen los empleadores a través de Internet.

Lo segundo que hay que hacer es registrar alertas automáticas. Las alertas automáticas es un mecanismo que usan los motores de búsqueda mediante el cual usted registra algunas palabras clave y entonces el sistema le envía a usted por correo electrónico todas las ofertas de empleo que aparezcan y que correspondan a dichas palabras. Ejemplo: “programmeur”. Aquí la clave está en encontrar cuáles son las palabras claves que realmente generen ofertas positivas. Un contraejemplo podría ser lo que le pasaría a alguien buscando un empleo en el área del medio ambiente. Si esta persona inscribe una alerta diciendo “environment” entonces es muy probable que reciba muchas ofertas de muchas áreas diferentes donde el empresario promete “un bon environment de travail” (lo cual claramente no es lo que usted está buscando).

Una vez registradas las alertas automáticas, su trabajo de búsqueda podría resumirse a leer todos los correos que llegan a su buzón.

Existe un motor muy interesante llamado Indeed. Es interesante porque permite que con algunas palabras claves y la ubicación donde usted está interesado en trabajar, el sistema  busca todas las ofertas registradas en otros motores como los ya mencionados e incluso ofertas de Emploi-Québec. Es una lástima que no permite el registro de las alertas automáticas.

Empresas

Otra opción interesante consiste en visitar las páginas web de las empresas que podrían ser de su interés. Normalmente ellos tienen una sección “carrieres” donde uno puede echar un vistazo a los anuncios actuales de empleos disponibles y muchas veces uno tiene la opción de inscribir su hoja de vida. Estas hojas de vida quedan consignadas en bases de datos que los reclutadores usan cada vez que una nueva posición es abierta y están a la búsqueda de candidatos.

Anuncios de empleo

Con el registro en los motores de búsqueda y en las páginas de las empresas, usted debería estar en posición de recibir los anuncios de los potenciales empleadores.

¿Cuándo aplicar a un anuncio? ¿Qué hacer si la descripción del puesto es demasiado compleja y usted piensa que no es para usted? Aquí está el quid del asunto.

Primero, póngase en los zapatos del hombre de recursos humanos al que le encargaron redactar la lista de requisitos para el empleo. ¿Se le ocurre que él hubiera podido escribir en su anuncio: “Francés nivel intermedio, un poquito de inglés” o “Nos sirve cualquiera que sepa alguito de Java”? Por supuesto que no. Su trabajo (el del funcionario de recursos humanos) es conseguir el mejor candidato posible. Es más, como lo muestra la experiencia, estos personajes se exceden y piden normalmente más de lo que realmente necesitan. Entonces no es raro que aunque el puesto sea para programar en Java, el tipo agregue 2 o 3 tecnologías más que eventualmente algún día la empresa va a necesitar o que simplemente serían deseables, que dizque porque uno nunca sabe.

Entonces, el truco aquí está en el espíritu que hay que tener al leer los anuncios. Si usted espera cumplir el 100% de los requisitos del anuncio, entonces está frito. Ellos describen siempre a Supermán o a la Mujer Biónica cuando todo lo que necesitan es un hombre común y corriente. Yo me atrevería a decir que uno debería aplicar a todo puesto donde uno vea que cumple con el 50% de los requisitos y eso considerando incluso que “cumplir” un requisito puede significar que uno medio entiende del asunto o sabe de qué se trata aunque no tenga experiencia específica en el tema.

Es la única manera de aplicar a un número suficientemente grande de opciones para que en algún momento usted pueda ser convocado a una entrevista.

Especial importancia de nuevo al tema del idioma: seguro que muchos anuncios van a decir “Excelente nivel de inglés hablado y escrito” (o francés). Mi consejo simple: no se autocalifique. Si usted habla el idioma requerido (sin importar el nivel que usted cree que tiene), aplique. Ya será a la hora de la entrevista cuando el entrevistador decidirá por él mismo si su nivel es suficiente o no.

¿Y qué pasa si usted hace el “ridículo” aplicando a un empleo que pedía inglés y a la hora de la entrevista resulta que efectivamente usted no lo habla suficiente bien? Nada. No pasa nada. Simplemente usted no obtiene ese empleo. A propósito, en Canadá NO existe, que yo sepa, una base de datos similar a las centrales de crédito donde registran a la gente que se presenta a entrevistas sin los niveles requeridos y no pasan. El riesgo que usted sí corre es que de pronto lo contraten (sin importar su nivel, de nuevo) y de pronto lo capaciten o lo inscriban en un curso apropiado para el idioma y el vocabulario específico de ese dominio.

Pero si uno no tiene el nivel adecuado, ¿por qué aplicar? ¿Por qué someterse al “ridículo”? La razón es simple (y me sigo repitiendo): porque es muy probable que usted se esté subestimando y piense que sólo aceptan personas que hablen PERFECTA y FLUIDAMENTE el idioma. No es así. En Canadá no hacen otra cosa que contratar inmigrantes de todas partes del mundo, de todos los colores y con todos los acentos posibles. Y los inmigrantes, a menos de que hayan llegado antes de los 12 o 14 años de edad, hablan todos con acento y con errores. ¡Incluso los reclutadores de las empresas! (Ellos también son inmigrantes).

Entrevista

Lo primero que usted debe saber sobre las entrevistas en Canadá es que éstas no son diferentes de las entrevistas en Colombia y probablemente no muy diferentes de las que deben realizarse en otros países de Latinoamérica.

Aquí, los reclutadores NO se sientan a la hora de la entrevista con una copia del anuncio que publicaron en la prensa o Internet para verificar que usted cumple todos y cada uno de los puntos allí enumerados. Es un punto a favor. ¿Recuerda que usted debería haber aplicado con el simple cumplimiento de un 50% de los requerimientos? Lo que los reclutadores hacen, igual que en Colombia, es usar su hoja de vida como un derrotero para guiar la entrevista. Le van a preguntar sobre todo aquello que usted sabe, ¡aquello que publicó en su hoja de vida!

Por supuesto, también le van a preguntar por alguna otra característica de las que usted probablemente no tenga ni idea. Allí, su habilidad para sortear el asunto y apoyarse en sus conocimientos y experiencia: “no, esa tecnología en particular no la conozco, pero sí trabajé con una tecnología X que es similar y que me brinda la capacidad de decir que no tendría ningún problema en aprender la tecnología Y que ustedes usan. De hecho, sé que la tecnología Y brinda algunas ventajas…”.

Conclusión

Es toda acerca de una actitud. La actitud frente a un reto. La actitud hacia un mundo desconocido, con una lengua diferente y con algunas diferencias culturales (no muchas, esto sigue siendo América, hemisferio occidental).

Una actitud frente al miedo de desenvolverse en una entrevista y en particular en otro idioma. (Recuerde que usted ya pasó una entrevista de cerca de una hora donde habló de su pasado, su presente y su futuro, sus experiencias, sus calificaciones y recuerde que esa entrevista no ocurrió en español). Una actitud para entender que aunque éste es otro país, no es tan diferente de los nuestros. Las empresas están llenas de ineficiencia, de burocracia, de gente que trabaja mucho, de gente que trabaja poco, de gente muy buena y de gente muy mediocre. ¡Empresas con tecnologías obsoletas! ¡Sí! Empresas del primer mundo donde usan tecnologías de hace algunos años atrás, porque no son perfectas, porque ¡también tienen que conseguir el dinero que se requiere para modernizarse!

Una actitud para entender que aquello de empezar “desde abajo” no quiere decir desde los empleos de jardinero o de aseador (que no desmeritan a nadie pero que resulta no ser el objetivo original de la mayoría). Entender que “desde abajo” quiere decir no aspirar a gerente o a vicepresidente sin haber sido primero técnico o asistente o ingeniero júnior, pero estar en el área de la profesión de todas maneras.

Una actitud hacia entender que la “verraquera” que se trae no es aquella que le permite trabajar en McDonald’s sino aquella que le permite enfrentarse al verdadero toro, tomándolo por los cuernos.

Una actitud hacia entender que recibir muchos NO como respuesta es algo fácil de olvidar tan pronto como uno recibe el primer SI. Y que por ahí derecho resulta que encontrar un trabajo en su área en Canadá le resuelve la mayoría de los demás problemas que significa enfrentar la inmigración.

domingo, septiembre 09, 2012

De las frustraciones

Es como una frustración. De la misma clase que siento cuando uno piensa en las grandes cantidades de personas que piensan igual, que van con la corriente, que votan siempre por los mismos y que viven en las mismas condiciones de siempre, que tienen todos un motón de creencias todas igualiticas. Y en parte porque el sistema les ha vendido la idea de que algún día saldrán de pobres, que no es sino esforzarse mucho. Soñar. Que ahí está "el secreto". En desear mucho las cosas. Con mucha fuerza. (Y de esa manera no sólo soportan la idea de que el sistema sí es bueno, porque algún día va a funcionar para ellos, sino que además así no se les pasan ideas comunistas por la cabeza que serían peligrosas, para el sistema, claro).

Bueno, también es cierto que está aquella parte de las creencias que les dice que no, que tranquilos, que soporten todo con resignación, que al final la torta se va voltear y que de ellos será el reino...

Y es que por pura coincidencia he visitado un par de veces Nueva York recientemente. Y no es sino ir a Queens o a algunos sitios de New Jersey. Haga de cuenta estar en Colombia. Hasta las calles son igualitas. No. Hasta hay una calle llamada "Calle Colombia". No "Colombia Street", ni siquiera. "Calle Colombia". Y es que es eso lo que allí se percibe. No necesariamente Colombia. Puede ser cualquier país de Latino américa o incluso cualquiera del tercer mundo.

La gente se ve tal como siempre he dicho que se ven en las películas. Los que atienden en los restaurantes y los que se les ve que acaban de salir de su trabajo en una fábrica o que acaban de limpiar un par de pisos, los que mantienen los jardines de aquéllos que pueden pagar por ese tipo de servicios. La creencia errónea, la de pensar que algún día van a salir de allí, o la de que es culpa únicamente de un sistema que los utiliza.

La parte de la culpa del sistema: gente pobre para que se maten por los salarios bajitos, para poder tener salarios bajitos. Allí es donde están las ganancias de los patrones! La parte de la culpa que no es del sistema: la actitud de los inmigrantes. Los inmigrantes triunfadores durante un período de tiempo que comienza justo después del momento de vencer al cónsul en la entrevista, porque han demostrado que tienen todas las capacidades, cualidades, conocimientos y manejo del idioma necesarios, y el momento que termina pocos días después de haberse bajado del avión y descubren que el asunto no es de turismo puro y que hay que actuar como adultos.

Entonces de allí mi frustración. Porque tal vez soy un idealista de esos que piensan que pueden cambiar al mundo. Y entonces me la paso buscando las fórmulas, o escribiendo o hablando. Y esperando. Pero en vano. La gente va con esa corriente aquí también. Y claro que usted va a decir que ese no es su caso. Que a usted no le va a pasar. Que eso de los fracasos es para los demás. Pues le tengo malas noticias. También le va a pasar (y si mal no recuerdo ya escribí sobre ello un par de años atrás).

La corriente de aquí es la misma que uno ve en las películas. Y entonces los inmigrantes son la base de la pirámide. Los pobres. Pobres con carro, con cervezas en la nevera, con paseos a Colombia de vez en cuando, con apartamento y televisor de plasma. Pero pobres al fin y al cabo. Y no me meto con el tema del espíritu. Pobres por la deudas, pobres por los empleos difíciles, físicos, de los que uno podrá sacar el pan sólo hasta que la edad de la espalda le aguante. El apartamento es alquilado, claro. De los pequeños. De los viejos que huelen a lo que huele la comida de los vecinos. De los que están todavía allí o de los que se fueron hace años pero cuya cocina aún perdura en las paredes.

Y estudian y se endeudan y le dan vueltas al asunto. Y estudian de todo. Y francés otra vez. E inglés. Y perfeccionamiento del francés. Y de inglés. Y maestrías. Y préstamos y becas de consuelo. Deudas, al fin y al cabo. Y tiempo.

Entonces aquí los inmigrantes también continuamos soñando. Aquí también vemos las casas y los carros y los botes que queremos tener. Que vamos a tener. Porque ese el sueño. Sueños sin planes, sin acciones concretas. Sólo sueños.

Claro está que también los habrá de los bohemios que llegaron sólo para vivir de la naturaleza y disfrutar de los paisajes y el vil metal no hace parte de sus objetivos. Bueno por ellos, pero esos son otros.

Los mata el complejo. El idioma que esperan perfeccionar. Lo inalcanzable de los empleos. La culpa que le echan a los gringos monos ojiazules que no los contratan cuando sólo han enviado un par de hojas de vida. Los mata el temor a enfrentarse.

Y las excusas son todas buenísimas. Hasta me dijeron en Nueva York que era que tener una profesión en Colombia no servía de nada. Por qué, pregunté yo. Pues porque no puedes tener un empleo. Tienes que homologar. Y cómo así? Es que hay una ley que prohíbe que un administrador de empresas o un economista o un ingeniero trabaje en una empresa gringa? No, no. Claro que no. Y entonces? Ah, sí, conocemos a una señora que consiguió un empleo en una industria... Las limitaciones son propias. Son los cuentos. Es el sistema, dirán.

Entonces aquí sí hay retos y no es fácil, como todos dicen. Pero las dificultades van a estar más por el lado de los propios miedos que de las realidades. Aquí la gente se retira por montones, se están envejeciendo, la economía se sostiene y necesita de la mano de obra de los que llegan. Y los mercados contratan a los inmigrantes, claro. Sin importar los acentos o las diferencias en las formas de comunicación. Pero pocos, porque pocos se atreven.

La mayoría se queda como en las películas gringas. Somos los latinos que cuidamos los jardines de los gringos.

martes, marzo 06, 2012


Llevo varios meses guardándome esta entrada. Y ni siquiera sé por qué. Ni larga que fuera.

Es un pequeño consejo para los que traen hijos pequeños a Québec. Por supuesto uno de esos consejos que se pueden desechar tan rápido como darle clic a la X arriba a la derecha.

Me parece un poco extraño cuando algunos lectores me escriben comentándome sobre sus preocupaciones respecto de cómo hacer que sus hijos pequeños se adapten a la escuela y en especial en lo referente al tema del idioma. Incluso conozco inmigrantes que hacen grandes esfuerzos por tratar de enseñarles a sus hijos francés aquí en sus casas. Cómo si fuera necesario! O cómo si no fuera más bien contraproducente (por aquello de tratar de enseñarles un “mal” francés con un acento latino).

El consejo tiene que ver con una estrategia que ha funcionado excelentemente con Victoria (mi hija de 3 años) y que creo debería funcionar con la mayoría de los chicos:

1. En la casa se habla español. Es la mejor forma de que su hijo no pierda la magnífica oportunidad de aprender bien una lengua que muchos canadienses mueren por aprender. No sólo se habla español. Se lee y se escribe (o por lo menos se intenta enseñar)

2. El francés se aprende en la escuela. No se necesitan cursos, ni profesores privados ni papás con acento latino tratando de enseñar (por ahí derecho uno se puede ahorrar un poco del ridículo que se hace cuando nuestros hijos nos empiezan a corregir!). Creo que cualquier muchacho de menos de 20 años tiene aún encendido el chip de aprendizaje de nuevas lenguas. Si son menores de 10, con mayor facilidad.

3. El inglés se aprende en la televisión. Sí. Así de simple. En nuestra casa pusimos como norma que la televisión se ve en inglés y este sólo hecho ha generado un fenómeno fascinante: Nuestra hija entiende y habla el inglés perfectamente (como una niña de 3 años, claro está). Nunca ha necesitado subtítulos (los cuales igual no podría leer) ni un adulto al lado explicándole. Los dibujos animados y las películas de Netflix han sido suficientes.

Victoria habla los 3 idiomas en forma completamente fluida. Para los que la conocen, pues es claro que ella tiene su especialidad para hablar (lo hace desde los 9 meses), pero creo que el caso se puede extrapolar a chicos un poco mayores. De otro lado, el que un niño no hable mucho no quiere decir que no entienda y que su cerebro no esté ocupado en el proceso de la asimilación y del aprendizaje.

La única dificultad que nuestra hija tiene con los idiomas tiene que ver con los nombres. A veces, cuando habla francés dice que lo está haciendo en inglés y viceversa. Aparte de eso, nada. Es fascinante ver cómo puede cambiar de uno a otro, dependiendo generalmente de la lengua del interlocutor.

martes, diciembre 06, 2011

Malas noticias

Efectivamente están apretando por todos lados. Nos enteramos de que acaban de congelar los procesos de padrinazgo de padres y abuelos para los próximos 2 años. Las solicitudes enviadas después del 5 de noviembre van a ser devueltas con dinero y todo.

Por otro lado, Québec no va a aceptar más la "autoevaluación" de los niveles de francés o inglés. Usted dice que tiene nivel 4? Ahora le va a tocar enviar, junto con sus documentos, las certificaciones que acrediten los niveles. Aquí un enlace a la noticia:

http://www.quebecnoticias.ca/2011/12/05/inmigracion-los-examenes-de-idioma-son-ahora-obligatorios/?mid=5485

La noticia me da un poco la razón en algo que he venido argumentando desde hace algún tiempo: Usted debe llegar a Québec con un nivel de francés tal, que le permita desempeñarse en su vida diaria, incluyendo un trabajo en su área. Es ese el objetivo buscado por el gobierno provincial. Garantizar que la gente que llegue, llegue a producir lo antes posible.

Serán entonces buenas noticias?

Aquí el texto oficial del Ministerio:

http://www.micc.gouv.qc.ca/fr/presse/communiques/com20111206.html


viernes, septiembre 16, 2011


Hoy o vencer el Complejo del Inmigrante, ¡otra vez!

Hoy nombraron una nueva CIO (Chief Information Officer). Éste es el cargo ejecutivo de más alto nivel en McGill a cargo de los temas de IT, Tecnologías de Información. Es decir, es el jefe de todos los directores de los departamentos de tecnología. Resulta que en McGill no hay un departamento de tecnología sino 5. Sólo el mío, ISR (Ay Es Ar, como lo decimos acá), Recursos de Sistemas Informáticos, tiene más de 90 personas. Sólo para el tema software.

A la nueva CIO se le ocurrió una idea interesante: empezar haciendo una encuesta sobre el nivel de satisfacción de los empleados. Se me ocurre que no le va a ir bien en la medición a la actual Directora encargada del Departamento. (Ella es normalmente la Directora Asociada, un cargo debajo del Director, pero como el Director se fue por razones de salud, ella está a cargo). La verdad es que a ella casi no la quiere nadie, por no decir nadie. Sus políticas y su forma de trabajar no han gustado.

Pues hoy, la señora en cuestión, la Directora Encargada, convocó a una reunión Town Hall. Es como una reunión con todo el mundo en un auditorio como de teatro. Y, ¡oh sorpresa! En la reunión explicó una serie de cambios que podrían beneficiar a los empleados. Un poco la respuesta a muchas de las quejas que se oyen por todas partes. Un poco demasiado conveniente dada la encuesta que se le venía encima, ¿no? Entre los cambios, la idea de crear ciertos puestos nuevos en el departamento para que sólo personas internas a McGill puedan acceder a ellos y de esa manera permitir que la gente crezca en sus carreras. Es que es increíble que aquí haya gente haciendo la misma cosa después de 10, 20, 30 años y más. El número de puestos a llenar es de 5 o 6, ya no recuerdo.

Medio interesantes algunas posiciones (así llamo yo a los puestos en español por tratar de hacer una traducción literal). Analistas de negocios, arquitectos de software, líderes técnicos y otras vainas sofisticadas. Durante la exposición decido echarle un vistazo general a la audiencia. Me toca voltear un poco el cuello para poder hacer un paneo y ver las respuestas faciales en cerca de cien almas. Lo primero que se me ocurre es que no habría forma de competir contra tantos expertos, con tanta experiencia y con tanta cancha en el entorno (incluyendo por supuesto su natural dominio del idioma usado en el trabajo). Ni se me ocurre que pudiera aplicar a uno de los nuevos puestos.

Es que éste es el departamento de informática encargado de desarrollar, adquirir y soportar el software de una universidad con 32.000 estudiantes y 8.000 empleados. Además, es la universidad número 1 de Canadá en términos de calidad. Y la 17 ¡del mundo! (este año), lo cual no es poca cosa.

Hoy me convencí, no sé cómo, de arreglar mi hoja de vida para aplicar a uno de los puestos de analista, el paso siguiente natural para los programadores. Adrienne, la ex de Richard y quien trabaja aquí como Analista de Negocios, se ofreció a ayudarme. Siempre fue que me dio un par de buenos consejos. Algunos textos de la hoja de Fabricio, otros de mi propia inspiración y quedé listo para aplicar.

No apliqué. Creo que se me venció el plazo y las ganas. Es que no estaba tampoco tan seguro de querer pasarme a hacer un trabajo lejos de lo técnico, lleno de reuniones y documentos. El caso es que no lo hice y ya no hay nada que hacer.

Hoy llegó la nueva Directora del Departamento. ¡Por fin! La nueva CIO en propiedad resolvió el tema y es por eso que ahora tenemos dirección, también en propiedad, luego de más de un año, creo. Son nuevos aires y nadie puede saber si va a ser mejor o no, pero lo cierto es que la actual dirección y el ambiente general están lejos de poder ser peores.

Hoy publicaron una de las otras posiciones anunciadas, la de Gerente de Servicios de Programación (o algo así, aquí lo llaman “Manager, Programming Services”). De nuevo se me llena la cabeza de cucarachas (intenciones, deseos, miedos). En especial no puedo olvidar la cantidad de gente experta que va a aplicar, que necesitan el puesto y que además seguro se lo merecen. Y tampoco puedo olvidar lo bien que ellos se desenvuelven, repito, no sólo en el entorno sino con el idioma.

Porque yo sigo diciendo que no hablo inglés.

En mayo completo 5 años de estar trabajando en ese idioma, pero sé que eso no es suficiente. Aún hay montones de cosas que no entiendo cuando me hablan y montones de cosas que no sé cómo decir y que me toca siempre contornear para poder explicarlas. (Porque como no creo en eso de “perfeccionar” el idioma…). Y esa tendencia que tiene uno a compararse con los nativos y su forma tan fluida de expresarse y su extenso vocabulario y su acento y demás. Como si uno tuviera que hablar exactamente como ellos para poder comunicarse. (Complejo del Inmigrante, ¿otra vez?)

Hoy decidí que iba a aplicar. Es la curiosidad que me mata. ¿Cómo será el proceso? ¿Cuánta gente aplicará? ¿Qué preguntarán en las entrevistas? Pues un par de refinamientos más al résumé y a enviarlo por email (en inglés, el nombre de las hojas de vida es résumé, una palabra francesa con acentos y todo). Nada que hacer. El botón de enviar fue presionado hace un par de segundos y ya no hay vuelta atrás. Bueno, al fin y al cabo tampoco hay nada que perder. Seguro ni van a considerar mi hoja de vida.

Y es que el puesto no sólo es de un nivel superior sino que además es de “manager”. Es decir, no sólo hay que saber de lo técnico sino que hay que tener pericia en el manejo de personal, de proyectos, de presupuestos. Y hay que tener personal a cargo. ¡Y la responsabilidad!

(Lo que sí es cierto es que preparé mi hoja de vida lo mejor que pude. Hice mi mejor esfuerzo.)

Hoy me citaron a una entrevista para el puesto. La verdad es que fue toda una sorpresa. La fecha fue fijada para dentro de una semana. Decidí que ya que empecé el proceso, pues nada pierdo con ir. Cosa que de todas maneras no me quita los nervios. La entrevista es con la nueva directora del departamento, la directora asociada (la que no queremos y que ocupaba el cargo de directora antes) y el jefe de recursos humanos. Imagino que aunque programaron una hora, seguro salen de mí en menos de media y asunto concluido.

Hoy fui a la entrevista. Hora y media. ¡Qué vaina más difícil! No fue una entrevista. Fue un bombardeo. Hasta que de qué me iba a morir. No esperaba algo así. La directora asociada tuvo que retirarse media hora antes de terminar. La única buena noticia que me dieron es que la posición, que originalmente iba a depender de la Directora Asociada, ahora va a depender directamente de la Directora del Departamento. Claro que tampoco sé por qué lo bueno de la noticia si la posición va a ser para quien sabe quién. No puedo imaginar quien puede tener la capacidad para haber respondido en forma correcta semejante andanada de preguntas, de problemas hipotéticos y además haber propuesto las soluciones que ese jurado esperaba. Ayayay. Bueno, salí de eso y ahora puedo descansar del asunto. No deja de ser una experiencia realmente interesante.

(Lo cierto es que en la entrevista hice lo mejor que pude. Di lo mejor de mí.)

Hoy me llamó una de las funcionarias de Recursos Humanos para decirme que yo había pasado a la siguiente etapa y que necesitaba coordinar conmigo una cita para un par de exámenes escritos. No me lo esperaba. ¿Será que ponen a todo el mundo a hacer las pruebas escritas sin importar el resultado de las entrevistas? De pronto es una manera de garantizar más transparencia en el proceso por aquello de la pluralidad. Pues no hay de otra. Debo asistir y aguantarme el estrés que me causan los exámenes. ¿Y el tema? Ni idea. Bueno, mejor así porque entonces no tengo nada que preparar.

Me dieron media hora para el primer examen y una hora para el otro. El primero, relativamente trabajable. Un escenario en el que yo estuve enfermo durante una semana y al regresar me encontré con un montón de problemas y solicitudes. ¿Cómo organizaría usted su día y como asignaría las prioridades? El segundo, más complejo. Varias preguntas técnicas, muy técnicas acerca de tecnologías, estándares y casi que definiciones sobre cómo tomaría ésta o aquélla decisión en el caso hipotético de obtener el puesto.

El principal problema de un examen  escrito en inglés es el idioma. En serio. Bueno, el idioma y la falta de herramientas. Es que una cosa es escribir en el computador, con la ayuda de Word y de Google Translator y otra muy distinta en un papel y sin muchas opciones de corregir o reescribir un texto que no suena bien o algo. ¡Ay! Y la redacción y el estilo y otro mil de cosas que obviamente uno no tiene. ¿Me irán a entender algo?

El caso es que me salí de todo el asunto como en 50 minutos. Un viejo vicio de la universidad. Si uno no sabe mucho, pues para que gastar más energía y estrés en un examen esperando la inspiración del Sagrado Corazón de Jesús que casi nunca llega a menos que uno sea profeta o escritor de libros sagrados. Fue un descanso haber salido de eso. Otra suma más a la experiencia.

(Lo cierto es que en el examen hice lo mejor que pude. Hice mi mejor esfuerzo.)

Hoy estaba en la casa y me dio por leer el correo de McGill. Un mensaje venía de parte de la nueva directora diciendo que me iba a invitar a una reunión de seguimiento a la entrevista. ¿Una qué? No entendí ni jota. ¿Seguimiento de qué? ¿Cómo así que seguimiento a una entrevista? ¿Eso qué es? Pocos minutos después llegó la invitación a la reunión a través de Outlook. Una hora. Sólo con ella.

Pues con Juana le dimos vueltas al asunto y la única conclusión a la que pudimos llegar es que me había ganado el puesto. Si la reunión fuera para decirme que no fui aceptado, pues 10 o 15 minutos serían suficientes. ¿Para qué programar toda una hora? Sólo se me ocurre que ese tiempo y sólo con ella es para confirmar que gané el puesto y seguramente tendríamos una charla introductoria sobre mis nuevas responsabilidades. ¿O la negociación del nuevo salario?

Me equivoqué.

Hoy tuve la reunión y el puesto no es mío.

La directora dijo que yo era el candidato preferido. Dijo que yo NO tenía todo lo que se necesitaba para el puesto pero que podría tomar el riesgo y que yo también tendría que tomarlo. Que sería duro. Que ella me entrenaría. Que ella podría contratar a alguien de afuera con todas las calificaciones requeridas, pero que podría preferir intentar conmigo que ya estaba adentro y que conocía la cultura de McGill. El otro motivo de la entrevista era el de aclarar muchas de las respuestas que quedaron “cojas” en el examen. Tuve que explicar que no había sido posible plantear toda una estrategia para un puesto como ese, en una hoja de papel y en 60 minutos. Todo salió muy bien pero no había nada concluyente. Dijo que sería necesario pasar una entrevista con la CIO y que me citarían próximamente.

A propósito, la vieja me encantó. Súper agradable, inteligente, amable. No lo había percibido así en la primera entrevista.

(El caso es que en ésta entrevista di lo mejor de mí. Hice mi mejor esfuerzo.)

Hoy me llamaron para citarme a la entrevista con la CIO. Esta nueva entrevista es con ella y con la directora, nuevamente.

A esta altura del paseo, pienso que el asunto es un mero formalismo pero igual el pan siempre se puede quemar en la puerta del horno.

Hoy tuve la entrevista con la CIO y la Directora. Fue bastante interesante y hasta entretenida. Sólo espero haber dejado una buena impresión. El caso es que el puesto parece más complejo de lo que yo creía y que los cambios que ellas pretenden aplicar en la organización van a ser grandes. Me dijeron: te dejaremos saber “shortly” (pronto). ¿Eso viene siendo como cuándo más o menos? La ansiedad empezó a crecer. Conocidos cada uno de los pasos del proceso, suena a que un nuevo acontecimiento debería ocurrir antes de una semana.

(En esta entrevista también di lo mejor de mí. Mi mejor esfuerzo.)

Hoy han pasado casi una semana y media luego de la última entrevista y me encontré un mensaje en mi contestador de la oficina. La Directora quiere hablar conmigo.

Fui a hablar con ella. Buenas noticias: el puesto es mío.

PS. Hoy hace ya más de una semana que tuve la última reunión. En ella me habían hecho una oferta salarial que no acepté de forma inmediata. Hice una contraoferta y aún espero por una respuesta. Hoy me dieron la respuesta. Aceptaron mi petición.

lunes, agosto 29, 2011

Many of life's failures are people who do not realize how close they were to success when they gave up. ‎[citando a Thomas Edison y robado del estado de un amigo en Facebook]

Traducción libre: Muchos de los fracasos de la vida son de personas que no se dan cuenta cuán cerca estan del éxito cuando se rinden.

Los inmigrantes calificados que matan al tigre durante el proceso y se asustan con el cuero al llegar?

sábado, agosto 20, 2011

Qué verano!

Vinieron mis primos de España. Bueno, los hijos de mi primo, que vienen siendo casi lo mismo. Nada fácil con los muchachos. Al menor lo expulsaron de una escuela de verano donde los inscribimos.

Vieron mis nenas. Habíamos planeado estar juntos 2 meses. El asuntó duró apenas 2 semanas. Hubo un problema en la casa y la mamá las convenció de que lo que ellas querían era regresarse. La tristeza ha sido inmensa. Esperar todo un año para verlas y luego que me las arrebaten... Lo peor es que su regreso para próximos veranos quedó otra vez en veremos, como siempre.

Con mis primos también casi toca despedida anticipada...

Se murió mi amigo Mauricio. Uno de los pocos rescatados del Complejo del Inmigrante. Un cáncer de cerebro lo mató en poco más de 2 años. Murió de 33 años cuando tenía su vida resuelta. Nos deja a su esposa Ángela Cachetes y a su bella hija Marianne, que cumple 3 añitos la próxima semana. No recuerdo nunca haber estado tan cerca de la muerte. Su deceso me ha puesto ha pensar y me tiene más filosófico que nunca. Esa sensación de que ayer lo ví y lo pude saludar y de que hoy no está. Que su cuerpo ya no es más que carne. Para los que vayan a comentar sobre el asunto, por favor recuerden que soy un poco más ateo que el papa (porque soy un convencido de que no debe haber nadie más ateo que él).

Ayer íbamos para la fiesta de cumpleaños de los hijos de Fabricio. Al mediodía me habían hecho una pequeña cirugía por una bolita que tenía en un dedo. Un uñero infectado, pienso yo. Para la cirugía el médico había usado anestesia, pues le toc­aba emplear bisturí y luego cauterizar. Luego del almuerzo, mi esposa me sugirió que me tomara un ibuprofeno para aliviar el dolor y el ardor que sentía.

Cuando íbamos en camino, por la autopista Décarie y casi llegando a la 40, me empezó a picar todo. Los dedos de las manos, la boca, el cuero cabelludo, las axilas. Empecé a sentir que mi garganta se cerraba y una opresión en el pecho. No sabíamos qué hacer. Pensamos que era una reacción alérgica a la anestesia. Sin embargo, habían ya pasado casi 2 horas y medio de la cirugía.

En un momento pensamos que deberíamos llamar al 911. Yo estaba realmente asustado, especialmente por la dificultad para respirar. Infortunadamente el tráfico no estaba fácil. No imaginaba cómo íbamos a poder orientar al servicio de ambulancias. Decidimos que lo mejor era salir de la autopista y dirigirnos al hospital. La suerte fue que el más cercano es también mi preferido: El judío.

Pues la señora del triage ni siquiera me mandó de regreso para la sala de espera ni a hacer documentos. Me pidió mi tarjeta del hospital, que afortunadamente tenía a la mano, y me metió de una a la sala de emergencias. Es mi primera vez en una sala que sí se parece a la de las series de televisión.

Nunca me había conectado a nada. Y ahora estaba yo allí con oxígeno, conexiones al electrocardiograma, una sonda para líquidos y drogas, medidor de oxígeno en un dedo y un tensiómetro automático. La droga que me pusieron me mandó a dormir no sin antes marearme y darme esa sensación de final de la vida. Qué maluco! Luego de un par de horas la droga perdía su efecto pero yo estaba tan cansado que sólo intentaba dormir. Infortunadamente el tensiómetro estaba programado para tomar medidas cada 5 o 10 minutos. No sé. Todo era una mezcla entre la realidad y los sueños.

Nunca se nos ocurrió. Incluso alcanzamos a pasar revista por todos los ingredientes del almuerzo. Sólo en el triage recordé lo del ibuprofeno, por el interrogatorio de la funcionaria. Ni lo habíamos considerado, por ser supuestamente un medicamento común. Pues sí. Ese fue el diagnóstico: reacción alérgica al ibuprofeno.

Los resultados de los exámenes de sangre salieron casi bien. Ahora parece que hay un problema en los riñones, así que a consultar con el médico de familia.

No ayuda mucho para el ánimo haber estado visitando a mi amigo en el hospital varias veces. Ni que la paciente de al lado de mi cama tuviera un cáncer de colón. Y uno conectado a tantas máquinas en un hospital...

sábado, junio 25, 2011

3 historias

Ya tendrán ustedes la oportunidad de decidir cuál les gusta o que impresión les dejan. Seguro debo empezar por disculpar la ausencia. Supongo que es un poco el hecho de que cada vez más todo es cotidiano y es la vida normal y por tanto no encuentro mucho que contar.
A Victoria se le dislocó un codo. Al principio no sabíamos qué era lo que tenía la nena. Ni siquiera sabíamos que era en el codo y no estábamos tan siquiera seguros de que en realidad hubiera algún problema médico. Todo parecía parte de una de sus pataletas. Después de discutirlo un poco, decidimos llevarla a un hospital. Juana ya había propuesto que esperáramos hasta el día siguiente, para no tener que pasar toda la noche en un hospital simplemente esperando. Ella creía, de acuerdo a una experiencia de Dani, que el radiólogo o lo que se necesitara iba a aparecer a las 8 de la mañana del día siguiente. Eran cerca de las 10 de la noche, si mal no recuerdo.
Miguel nos había recomendado un par de meses atrás el Hospital Judío. La atención allí era mucho más rápida y de mejor calidad que en la mayoría de los centros hospitalarios. Yo ya había tenido la oportunidad de verificarlo en carne propia y dos veces. La primera, un día que acompañé a Ángela Cachetes por un problema en su oído. Poco menos de 2 horas entre la entrada y la salida. Otra visita mía había tomado un poco más de 2 horas en un día mucho más ocupado. Para los que no lo sepan, 2, 3 o 4 horas en una sala de urgencias es un tiempo fabuloso en Québec , pues el tiempo promedio puede siempre estar cerca a las 8.
Cuando llegamos con la nena no había nadie en el triage. Éramos los únicos y pasamos inmediatamente. Tan pronto como la enfermera vio que el asunto se trataba de Victoria nos hizo una señal con su dedo al mismo tiempo que nos decía que no, que allí no podían atender niños. Era un hospital sólo para adultos y yo no lo sabía. Nos dijo que nos dirigiéramos al San Justín que quedaba un par de calles más hacia el este. Apenas escuchamos eso le agradecimos por la información y dimos media vuelta para partir. En ese momento ella nos habló con un tono autoritario diciéndonos que no podíamos salir del hospital. ¿Qué? No entendíamos. Si no atendían niños y nos había sugerido otro sitio, ¿por qué no podíamos salir?
Pues la parte buena de la historia. Aquí, una vez que un paciente ha llegado a una sala de emergencias, sin importar su gravedad o la disposición para atenderle o no, debe ser evaluado por un médico. Excelente! Claro, ellos no pueden correr el riesgo de que el caso sea serio y el paciente pueda agravar su situación o incluso fallecer durante su viaje a otro centro hospitalario. Es decir, una sala de emergencias es ante todo eso, un sitio para atender verdaderas emergencias. No pasaron más de 2 o 3 minutos antes de que aparecieran dos personajes. El primero, un médico súper atento que en menos de otro minuto descubrió el problema, la dislocación, y procedió a resolverlo de inmediato con un ligero y suave movimiento de su mano sobre el antebrazo de la nena. Victoria cambió inmediatamente su semblante y dijo que ya no le dolía. Yo sabía que era cierto y que su sufrimiento se había detenido. El segundo personaje era del tipo administrativo e hizo todo el papeleo casi que en el mismo tiempo que le tomó al médico curar a la niña.
Igual nos remitieron al San Justín. Muy lindo el hospital, especializado en niños, y excelente el servicio. Excepto por las 3 o 4 horas que pasamos para que a la nena ni le tomaran una radiografía. El médico allí decidió que la nena estaba muy bien.
A unos amigos míos a los que queremos mucho les desocuparon el apartamento. Ellos viven en un vecindario normal, en una ciudad normal. De hecho, nosotros también vivimos allí antes. Su apartamento queda en un primer piso en un edificio de apartamentos pequeño. Se les robaron todos los equipos electrónicos, computadores y su nuevo televisor super gigante de pantalla plana. Se les robaron sus iPods y demás cacharros con cables y todo.
Todo ocurrió el jueves en la noche. Cuando ellos llegaron sobre las 10 alcanzaron a cruzarse con los ladrones. El asunto no paró en nada bueno y hasta la policía los quiso inculpar de negligencia. Mi amiga tuvo la oportunidad de perseguir a los ladrones y casi resulta arrollada por uno de ellos cuando huía en el carro donde transportaron los elementos. Cuando le pregunté a ella si los había visto y sobre la nacionalidad de los vándalos la sorpresa ante su respuesta fue grande: quebecos.
Es sólo una historia para recordarles a los inmigrantes que cuando vienen a Canadá no vienen al paraíso.
Esta otra amiga mía era contadora pública en Colombia. Al igual que muchos inmigrantes tomo un camino bastante común: francisación y estudios en Canadá. Ante el supuesto requisito de ser miembro de la “orden” y de tener experiencia canadiense, pues tomó la decisión de prácticamente repetir su carrera. Incluso, ya tenía planes para hacer una maestría una vez finalizara su BAC. Este tipo de ideas se le va a pasar a usted por su cabeza, una vez esté aquí.
Alguien le comentó sobre una oportunidad de trabajo en Revenue Canada, la agencia que administra los impuestos y la mayoría de las prestaciones a nivel federal en el país. Por supuesto al principio ella no consideró la opción. Era claro que le faltaban todos los “requisitos” (ojo a las comillas) necesarios para obtener un puesto de esos y más tratándose de una posición pública en una de las más apetecidas agencias del gobierno.
Al final, se convenció de que no tenía nada que perder. Y no perdió. Ganó un concurso entre algo así como mil aspirantes. Resolvió así todos los problemas que uno tiene en Canadá. Tiene un empleo permanente y con excelentes prestaciones con uno de los empleadores más envidiables que se pueda encontrar.
Por supuesto, abandonó el estudio actual y sus planes de seguir estudiando por esa línea. Descubrió que no hubiera sido necesario y que desde el principio pudo haberse atrevido.
Por ella y su familia, estamos súper contentos.

viernes, abril 22, 2011

Es un poco como lo que pasó con el permiso para conducir (la licencia, el pase). Sin serlo, se sintió como si fuera más importante que la residencia misma.

Éste, por alguna razón parecida, se siente como si fuera más importante que la ciudadanía misma:



El caso es que se siente muy bien!

miércoles, abril 13, 2011

Una historia

Ésta les va a gustar. Les va a dar una razón más para venir. Sólo les pido que no olviden que ésta es simplemente un pedacito de la otra cara de la misma moneda.

Iba en el bus camino de Montréal, como todos los días. 7:30 am, rumbo al trabajo. Pasábamos sobre el puente Champlain, cuando escuché que uno de los pasajeros que veo todas las mañanas (siempre es la misma gente) dijo en francés que alguien había saltado del puente. Esa es la clase de francés que uno tiene después de casi 5 años de vivir aquí. Había entendido mal. Lo que realmente dijo (luego me enteré) es que una muchacha se había desmayado. (El mensajito aquí es para aquellos que hablan siempre de perfeccionar el idioma, cosa que creo no existe)

Ella venía sentada, junto a una de las ventanillas. El pasajero que venía inmediatamente detrás sostenía la cabeza de la muchacha. No duró mucho tiempo. En poco tiempo ya estaba despierta, pero respirando profundamente y quejándose de dolor. Los otros pasajeros ayudaban y le dieron algo de beber. Todo el mundo muy solidario.

El mensaje en francés iba dirigido al conductor del bus quien inmediatamente informó de la situación a alguna clase de central de comunicaciones.  El conductor nos explicó que no podía detenerse en medio del puente. Una vez cruzado el puente, se estacionó en un costado de la vía. 2 minutos después llegaba un auto de policía. Era una mujer. Abordó el bus y se encargó de hacer preguntas y de cuidar a la muchacha. 2 minutos después, llegaron 2 camiones de bomberos. Se subieron al bus no menos de 6 bomberos con toda clase de equipos médicos. A la chica le aplicaron una máscara para respirar y seguramente le tomaron los signos vitales.

4 minutos después una ambulancia. Ya iban 4 carros. Dos paramédicos abordaron y se encargaron de la muchacha.

Al final, no supe en qué paró la historia porque a la mitad de los pasajeros nos trasladaron a otro bus, pero seguramente a ella se la llevaron en la ambulancia a algún centro hospitalario para los exámenes de rigor.

Dos cosas me parecen fabulosas. La primera, que la muchacha puede haber estado sufriendo una maluquera estomacal normal o le podía estar doliendo una muela. Nadie se atrevió a “diagnosticarla” o a considerar que fuera algo simple. Dejaron ese concepto a un profesional en medicina que seguramente le evaluó de todo algunos minutos después de que partimos.

La segunda, la actitud de la gente. Es la misma gente con la que viajo siempre y con quien nunca se intercambian palabras. Todo el mundo va generalmente en silencio, aunque prácticamente nos conocemos. Sin embargo, no faltó la mano solidaria y todo fue en medio de una absoluta tranquilidad y respeto por la afectada.

Nadie gritó: “Ole hijueputa! Hágale pues que estoy de afán! O es que cree que voy para la casa de su madre????”

lunes, abril 04, 2011

Hoy era el examen para la ciudadanía. Se suponía que una vez ganado y pasado el proceso de la entrevista habría que esperar un par de meses para la ceremonía de juramento. Pues todo ocurrió hoy mismo.

En medio del examen nos anunciaron que si lo pasábamos, que si todo iba bien con la entrevista y que si el juez encontraba correcto el expediente y lo aprobaba, pues que hoy mismo podríamos asistir a la ceremonia de toma de juramento y entrega de la ciudadanía. Fue una de esas vainas que uno necesita oir en los dos idiomas para asegurarse de que entendió bien.

Pues todo pasó según lo descrito y ya no soy residente permamente.

Soy ciudadano canadiense.

sábado, abril 02, 2011

El primo de Juana llegó hace unas 3 semanas. Se aguantó mi cantaleta y casi que después de hacer todas las vueltas (día o día y medio a lo sumo), se dedicó a enviar hojas de vida. El lunes de la semana pasada tuvo una primera entrevista presencial con una compañía. Entrevista con recursos humanos, examen técnico y entrevista con el personal del nivel técnico. Sintió que no le fue del todo bien en el examen. Le dijeron que le darían noticias en 2 o 3 semanas.

Al día siguiente, martes, lo llamaron para decirle que había pasado la primera etapa y que ahora seguía una segunda, consistente en la verificación de referencias. Para mí, era obvio que había obtenido el puesto. Después de entregar las referencias (colombianas), una hora más tarde, lo llamaron para decirle que empezaba a trabar el lunes siguiente. Este lunes que viene.

Gran éxito para él. Todo el mérito, fundamentalmente por su actitud.

El único error que comete él es pensar que su logro consistió en "superar" a los ingenieros canadienses. Seguro tiene un poco de ese complejo que nos hace pensar que somos menos que los canadienses y que por tanto obtener un empleo se trata de "ganarles" a ellos. No es así.

Los canadienses no son tan cumplidos, ni tan estructurados, ni tan organizados como uno se imagina. Ni tan inteligentes.

El primo de Juana le ganó a los demás candidatos, sin importar de la nacionalidad que fueran. Podrían haber aplicado canadienses con menos experiencia o sin la actitud requerida o sin los conocimientos requeridos.

Uno piensa que aquí las empresas son perfectas, que todo funciona como un reloj, que todos los procesos y procedimientos están perfectamente definidos y escritos y que todo el mundo los sigue. Nada. Tienen los mismos problemas que siempre descubrí en las organizaciones colombianas.

Espero los comentarios de los que dirán que lo del éxito del primo de mi esposa se debe a que tiene una profesión en informática. Para ellos, la pregunta: Cómo explican entonces que uno se encuentre por todos lados abogados, notarios, enfermeros, médicos, arquitectos, diseñadores, administradores, gerentes y todo tipo de profesionales provenientes evidentemente de todas partes del planeta y cuyo acento y forma de hablar en inglés y francés es igual o peor de lo que uno escucha de los latinos recién llegados?

Para los que no lo saben, el trabajo en informática exige hablar y comunicarse también con humanos. Y mucho. No sólo con computadores.

miércoles, marzo 23, 2011

La citación viene con fecha del 18 de marzo, pero llegó hoy 23. La cuenta da entonces para casi 13 meses, pues yo mandé la solicitud en febrero de 2010.

La fecha del examen es el 4 de abril. Hay que llevar documento de identificación, la tarjeta de residencia y el original de la Confirmación de Residencia Permamente. Igual toca llevar todos los pasaportes, supongo para discutir el tema de las salidas del país.

El documento de invitación sólo dice que hay que estudiar la guía y además hacen énfasis en que va a haber una entrevista en alguna de las lenguas oficiales.

Recientemente mi amigo Guillermo publicó un artículo sobre algunas aplicaciones para móviles donde una de ellas se llama "Qué tan canadiense es usted, ah?". Pues esta aplicación está colgada en la página web de Inmigración Canadá. Incluso hay un vínculo con la totalidad de las preguntas disponibles. Se las pasé a mi amiga Ana Maria, quien recientemente se convirtió a canadiense, y me dijo que las preguntas del examen de ella hacen parte de las que están textualmente consignadas en la página. Para mí, es Canadá medio arrepentido de lo "duro" de la nueva evaluación, tratando de dar más herramientas para facilitar el estudio y de nuevo compensar la mano de gente que la debe estar perdiendo. Al fin y al cabo, cuando la gente pierde el examen, aunque con trámites y todo, le terminan dando la ciudadanía al final.

El enlace al juego: http://www.cic.gc.ca/english/games/how-canadian-are-you-eh/index.asp

La lista completa de preguntas: http://www.cic.gc.ca/english/games/how-canadian-are-you-eh/accessibility/index.asp

(en las páginas de Canadá siempre se puede buscar un enlace para verlas en francés/inglés)

jueves, marzo 10, 2011

Martha hizo un comentario en la entrada anterior. En caso de que haya lectores no suscritos a los comentarios, me permito transcribirlo aquí:

Si definitivamente es la actitud!! Y te agradezco por darme animo en esos momentos de depresión cuando uno piensa pq no me dan el empleo? Es que acaso yo no estoy calificada para ello? Es que no me expreso bien? Que es lo que pasa?...
Pero como tu me dijiste alguna vez….solo necesitaba UN SI, y a falta de uno yo tuve dos, después de 12 entrevistas y alrededor de unos 500 cv enviados (me funciono lo de que el numero 13 es un numero de la suerte), reconozco que no fui tan disciplinada en mi búsqueda y que por eso no lo logre antes. 
Y aquí va mi historia….un poco resumida pa no aburrirlos
Yo soy ingeniera de sistemas y la equivalencia que me hicieron fue un Bac en Genie Informatique, asi que mi búsqueda la comencé con un perfil de acuerdo a mis estudios y experiencia, (Desarrollo de software, analista de calidad). Las primeras entrevistas un poco nerviosa, aunq ya me había preparado para sus preguntas típicas y me sentía bien, siempre había un pero…que por mas q quería saber q era, y les escribía preguntándoles pq NO fui aceptada, (para mejorar las sgtes entrevistas), ellos son muy diplomáticos y sencillamente me enviaban una carta o un email o me llamaban, para decirme “malheuresement……” y ya yo sabia el resto….q decepción!…que depresión!…pq cada una de las entrevistas que presente fue una ilusión para mi, cuando uno espera su primer trabajo en otro país, en otro idioma…es un poco traumático que le digan que NO sin saber pq…y lo peor es que uno empieza a especular…a desmotivarse…a sentirse menos q los otros…en fin…afortunadamente tuve personas a mi alrededor que me motivaban y me daban ánimo para seguir en la lucha, entre ellos Juan Diego, que aunq a veces me regañaba, era necesario que me sacudiera y perseverar…pq después de esta experiencia estoy segura QUE EL QUE PERSEVERA ALCANZA!! 
Ya escogi cual de las 2 opciones voy a aceptar y espero no equivocarme, así que empiezo a trabajar el próximo 21 de marzo, será el día mas esperado por mí después de mucho tiempo. 
Mi consejo es…” Nunca dejes de soñar, porque soñar es el principio de un sueño hecho realidad” y yo he soñado lo que soy ahora, el lugar donde estoy, el amor que quería encontrar y el trabajo que quería tener….lo importante como dices es TENER ACTITUD, no dejarse influenciar por los malos comentarios y suposiciones de los demas, estar seguro que es lo que quieres…y confiar en tus capacidades!!!!! 
Y de nuevo mil gracias a Juan Diego por tus jalones de orejas y por hacerme conciente de que "buscar empleo" es un trabajo de tiempo completo!!!

Martha 

martes, marzo 08, 2011

La clase de historias que me gusta contar
Este amigo mío, que por cierto es lo que llamamos una “gloria nacional”, estaba de visita en alguna institución de salud en la rivera sur. Cuando salía de allí con su esposa, echó un vistazo medio panorámico al lugar y dijo: “Qué sitio tan chévere, sería rico trabajar aquí”. Le preguntó al primer funcionario que se encontró si sabía si tal vez allí pudieran estar contratando gente. El funcionario le dio el nombre de una persona que le podría dar más información al respecto. Mi amigo encontró a esta persona que a su turno le preguntó si tenía con él una hoja de vida. Mi amigo no la tenía pero se ofreció a aportarla al día siguiente. Así lo hizo. Semana y media después, luego de una entrevista, tenía el empleo. Está feliz.
Actitud, ¿no?

jueves, febrero 24, 2011

Dos historias (particulares, claro está)
Yo tengo una compañera china que lleva aquí en Canadá como 10 años. De hecho, es ciudadana canadiense y le toca pedir visa para ir de visita a China. A mí me cuesta bastante trabajo entenderle su inglés hablado. 10 años. Dejo el dato para la reflexión para aquéllos que les gusta hablar del concepto “perfeccionar el idioma”.
Teníamos problemas muy serios en el sistema y todos estábamos como locos tratando de encontrar alguna solución. El caso es que toda la acción recayó sobre ella. Hubo un momento en el que en una reunión de alto nivel, con gente de muchos departamentos, se decidió que se iba a cambiar un parámetro en uno de los componentes y que ella debería hacerlo al día siguiente. El gran jefe (CIO que llaman) dijo que era mejor que ella no lo hiciera sola sino que estuviera acompañada por alguien de otro departamento.
Al final de la reunión, y del día, la directora del departamento se nos acercó en privado y nos dijo: “Necesito que ella no vaya a estar sola con el tipo del otro departamento. Ustedes entienden del problema que ella tiene con su lenguaje y la dificultad de la comunicación. Ella tiene claro lo que quiere decir, pero le cuesta trabajo. Así que por favor apoyémosla.”
La esposa de un amigo es odontóloga. Llegó aquí apadrinada, así que prácticamente en cero de idioma. Todo el mundo le dijo que se olvidara de su profesión. Ella decidió que no. Se puso a buscar trabajo y le pasó lo que normalmente pasa cuando esa decisión se toma seriamente: Encontró. Y en su área. Es más, no encontró uno, sino dos trabajos. Es asistente de odontología y técnica de laboratorio dental para la misma empresa. Hablando con su jefe, un árabe, éste le dijo: “Aquí en Canadá es mucho más importante el tema de la actitud que el del idioma. Uno entiende que la gente no habla bien. Eso sí, cuando la gente no tiene actitud, la salida fácil para no darles el empleo es simplemente decirles que no, porque no hablan lo suficientemente bien.”
Con la primera historia quiero mostrarles un poco sobre la actitud de los canadienses respecto de los inmigrantes que no hablan “perfecto” el idioma, que además resultamos ser prácticamente todos!
Con la segunda, quiero mostrar un caso, insisto particular, pero que refleja lo que deberíamos esgrimir al dar la pelea: actitud.

jueves, febrero 10, 2011

¿Recuerda uno de esos argumentos que esgrimió como una de las razones para venir a Canadá?: “En Canadá uno sí tiene opción real a un retiro digno, a una pensión”

Calcule rápidamente. El salario mínimo es como de 9.5$ CAN la hora. Eso da un poco menos de 20.000 dólares al año (trabajando 8 horas diarias, 5 días a la semana). Este valor lo vamos a usar como referencia un poco más adelante.

La pensión MÁXIMA otorgada por Québec es de 11.000 dólares o algo al año. MÁXIMA, enfatizo. Es decir para obtenerla usted tendrá que cotizar el tiempo requerido y con las cantidades requeridas. Canadá: Ellos tienen un programa de “asistencia a la vejez”. Valor MÁXIMO actual al año: 6.000 poco más o menos. Para obtener ésta, pues no sólo hay que haber cotizado un buen tiempo y con buenos montos, sino que además hay que cumplir otro pequeño requisito: Haber vivido en Canadá 40 años o más después de haber cumplido 18 años de edad. Es decir, difícil para los que llegamos cuarentones.

En conclusión, si usted trabaja suficientes años y cotiza suficiente cantidad de dinero (no el salario mínimo) y además corre con la suerte de llegar joven a Canadá (y conseguir trabajo pronto), pues entonces tiene la opción de recibir 17.000 dólares al año de pensión. ¡Menos que el mínimo! En este país, capitalista también, los asuntos económicos (los ricos, por supuesto) presionan hacia hacer que las pensiones sean cada vez más pequeñas y hacia hacer crecer la edad de retiro. Estos hechos explican la estadística desgarradora: 9 de cada 10 retirados quedan bajo la línea de pobreza, de acuerdo como se define aquí pobreza, por supuesto. (Siempre nos quedará el consuelo del japonés-colombiano: la riqueza está es en la persona, el espíritu, los abrazos. Todo lo que hay que hacer es “pensar que no somos pobres” y con eso ir a la tienda para comprar carne para alimentar a los hijos o mandarlos a la universidad. Al Japón, probablemente.)

Lo que sí es cierto es que por lo menos la tranquilidad de los empleos estables y la situación económica bajo control le permiten a uno por lo menos preguntarse y examinar todos estos temas. Yo jamás llegué a pensar en Colombia en el tema del retiro.

¿Solución? No hay de otra, toca ahorrar. E invertir los ahorros, para que crezcan. Invertir bien, por supuesto.

Por estos días, antes del primero de marzo, todo el mundo anda hablando y trabajando en el tema de los famosos REERs (Régime enregistré d’épargne-retraite, algo así como Régimen registrado de ahorro-retiro).

Es simple. Usted puede tomar algunos de sus dólares y llevarlos a una entidad financiera (un banco, generalmente) y decir que quiere invertir en acciones o fondos o vainas de esas. Adicionalmente, usted dice que quiere que esa inversión sea registrada para efectos de REER. El banco le recibe dichoso la platica y le devuelve un papel que dice: Fulanito de tal hizo una inversión en tal fecha para ser registrada a título de REER. Normalmente la inversión es de largo plazo y en teoría debería ser cobrada solamente en el momento de su retiro.

Usted puede hacer esa transacción con cualquier cantidad de dinero y en cualquier época del año. ¿Por qué, entonces el afán de estos días, antes de que se acabe el mes?

Resulta que la cantidad que usted deposita en los REER puede ser deducida de sus ingresos para efectos de impuestos. Me explico. Si usted ganó durante el año 40.000 dólares y depositó en algún fondo REER 8.000 dólares, entonces usted podrá declarar sus impuestos como si hubiera tenido un ingreso de 32.000 dólares (40.000 – 8.000). Por supuesto, esto es mucho mejor para efectos del impuesto.

Dos restricciones: 1) Usted tiene que haber hecho el depósito antes del plazo concedido por la ley. En este caso 1º de marzo de 2011. 2) Usted no puede reclamar como deducible más dinero que aquél que le es permitido, de acuerdo con la ley. Normalmente, este valor corresponde al 18% de sus ingresos de la última declaración (del año anterior). El gobierno es gentil y le envía a uno cada año el monto máximo permitido para efectos de REER.

Por la forma cómo funcionan los impuestos aquí, una operación como esa resulta, no sólo en que usted no paga tanto impuesto sobre los ingresos, sino que además resulta en que usted obtiene un retorno. El gobierno le devuelve dinero.

Pues el asunto es tan buen negocio que mucha gente se endeuda para aportar al REER. (Normalmente, por esta época del año, uno no tiene 8.000 dólares debajo del colchón esperando a ver dónde son invertidos). La gente va a los bancos y éstos últimos prestan fácilmente el dinero para invertir en un fondo REER. ¿Y si es buen negocio pagar los intereses de una nueva deuda? Sí. Los bancos pueden hoy en día estar prestando dinero para REER al 6 o 7% anual, tal vez menos. Normalmente un fondo REER, de largo plazo, podría estar dando rendimientos alrededor del 10% anual, obviamente si el fondo y las inversiones son bien escogidas.

Pongamos un ejemplo con número calculados en el aire. Por prestar 8.000 dólares a 10 años, digamos que usted le paga al banco 1.800 dólares de intereses a lo largo de todo el plazo. Es probable que durante esos 10 años, esos 8.000 dólares depositados en su fondo REER puedan llegar a rendir unos 12.000 dólares o más, por encima de los 8.000 originales. Quiere decir esto que en la sola diferencia entre los rendimientos que usted gana y los que intereses que usted paga, ya se echó al bolsillo 10.200 dólares (12.000 – 1.800). Súmele a eso la plata que le llega extra por efectos del dinero que el gobierno le devuelve.

De hecho, lo que mucha gente hace, es tomar el dinero devuelto por el gobierno y cancela con él una parte del crédito otorgado, haciendo que los intereses sean mucho más bajos a la larga. ¡Y de todas maneras queda con la inversión de largo plazo!

Como yo nunca coticé al REER, mi monto máximo permitido se acumuló un poco año tras año. Para éste tenía capacidad para depositar (y deducir de impuestos) 13.500$. Una entidad financiera me los prestó. Al 5.75% durante 10 años. El préstamo me va a costar unos 4.000 dólares en intereses. Los 13.500 deberían generar algo por encima de 25.000$ en 10 años. La diferencia entre el rendimiento y esos intereses podría estar entonces por encima de los 20.000$ (espero y cruzo los dedos). Los 13.500 dólares completicos se fueron a un REER con la misma entidad (el préstamo queda garantizado con el REER mismo). En cuanto al tema de impuestos, tenía previsto pagar 5 o 6.000 dólares este año (a causa de los ingresos extra de mi trabajo colateral). Ahora, con lo que deposité en el REER, he calculado que no sólo no le voy a pagar dinero al gobierno sino que voy a obtener un retorno cercano a los 3.000 dólares. ¡Directico para abonar a las deudas!

¿Muy enredado? Léase el artículo de nuevo, bien despacio. Tome papel y lápiz y vaya haciendo las sumas y las restas. Trate de imaginarse su propio escenario. De pronto el dato le sirve.

¿Quisiera ayuda en el cálculo o tiene dudas? ¿Cree que esta información le pueda servir a alguien más? Si quiere, me puede contactar:

hernandezjd@gmail.com

A mí el tema de las finanzas me apasiona, así que yo le ayudo con gusto. Y gratis, como siempre.

(No sé qué tipo de declaración legal debiera yo hacer pero sí debo decir aquí que NO estoy autorizado para ser un consejero financiero. Por favor tome este artículo a título informativo y sin ningún compromiso de mi parte. Los números ni siquiera son precisos y los cálculos están allí sólo a título ilustrativo).

lunes, febrero 07, 2011

Una comisión reguladora de comunicaciones en Canadá quiere limitar el uso de Internet para aquellos usuarios conectados a través de pequeños proveedores (como Acanac o AEI). Existe una campaña para evitar que ocurra. Por favor visite esta página y vote:

http://openmedia.ca/hero

Si la propuesta pasa, el Internet ilimitado dejará de serlo y se volverá super costoso usar servicios como NetFlix o televisión en línea.

Gracias por al apoyo.

lunes, enero 31, 2011

Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde...

Empiezo por las disculpas para mi amigo Guillermo y para otro par de anónimos más que se alcanzaron a preocupar. Estaba tratando sólo de hacer una campaña de expectativa, creo que la llaman. Parece que salió medio dramática.

Es que yo antes era indeciso y ahora no lo sé. Mi última decisión es que me quedo en McGill. Y salvo que pase algo extraordinario, me quedo para el resto de la vida.

Y esta es la historia de esa decisión.

Antes de que se me olvide, la explicación sobre el título de la entrada. El punto es que miré la cosa y resulta ser bastante buena. Entonces antes de perderla, pues prefiero valorarla y quedarme con ella: McGill.

Un amigo mío es fanático de los temas de negocios, finanzas e inversiones. Me pidió el favor de que le ayudara a evaluar una vaina que le estaban ofreciendo. No era claro si era una inversión o un curso de finanzas o de ayuda para el tema de los impuestos que se vienen encima. El caso es que le dije que sí.

Me encontré entonces con José, un paisa joven que no habla como paisa y que resulto ser muy gentil. Él trabaja haciendo análisis financieros de familias para ayudarles a ahorrar dinero o a invertir para hacer un poco más.

Fue su análisis el que me ayudó a decidir que me quedara en McGill. Es que yo no ahorro nada. No me queda de dónde y si me quedara, siempre le abonaría a las deudas. Para mí esa es mi mejor inversión (que además resulto coincidir con una de las estrategias planteadas).

Lo bueno de McGill tiene que ver con el fondo de pensiones que maneja. Por cada 90 dólares que yo pongo en el fondo, McGill pone cerca de 160. Y lo bueno es que está ocurriendo así en cada quincena. Números aquí y números allá y resulta que eso podría terminar siendo 650.000 dólares para el tiempo de mi retiro. Y pareciera ser suficiente para que esa cantidad trabajara por mí y me diera los centavos que voy a requerir para pagar una vida medio decente en Colombia.

Es decir. Se me resolvió la duda sobre mi estabilidad y por ahí derecho el tema del retiro. La vida. Prácticamente.