domingo, julio 26, 2009

Los notatios sí la sudan

Ni parecido a los notarios de Colombia. Aquí, el notario es elegido, contratado y pagado por el comprador.
El notario se encarga absolutamente de todo el proceso de compra venta. Desde la revisión de títulos y documentos legales de la propiedad, pasando por la elaboración de los documentos hasta el manejo del dinero.
Qué camello! Al tipo le toca entenderse con absolutamente todo el mundo. Con la ciudad, para todo lo referente a la identificación de la propiedad y los impuestos. Con el banco para efectos de las condiciones de la hipoteca y el manejo del dinero. Con el constructor o el conserje, para efectos de las cuentas de coadministración de la propiedad. Con el vendedor para validar las cuentas pendientes con la ciudad o la administración y con el comprador para los efectos del dinero de la cuota inicial y los cruces con todo lo demás.
Es que adicional al simple hecho de validar, dar fe sobre la transacción y escribir y firmar la "escritura", el hombre se encarga del tema de las reparticiones.
Cuando uno compra una propiedad que no es nueva, pues ya se han causado dos tipos de impuestos, los municipales y los escolares, y ya hay cuentas con la entidad que administra la copropiedad. Entonces al notario le toca saber exactamente cuánto le toca a cada uno y hacer las llamadas "reparticiones" que no es otra cosa que un balance para saber si el vendedor le queda debiendo dinero al comprador o al contrario.
Lo que me parece mejor organizado es lo del dinero. Resulta que el banco no le da la plata a uno ni al vendedor. Se la da al notario! Y la cuota inicial, el comprador se la da al notario! El tipo toma todo el dinero y se encarga de repartirlo entre el vendedor y el viejo banco, si había una hipoteca previa. Adicionalmente, se toma la libertad de retener dineros de comprador y vendedor por si algunas cuentas no quedan del todo claras y dependen de facturas y cobros que podrían llegar más adelante. Muy organizado el sistema.
De esa forma, entonces uno simplemente recibe un día una llamada. Traígame un cheque por 4.328,12 CAN$. Punto. El lleque debe ser certificado y va girado a nombre de FULANITO DE TAL IN TRUST. El notario actúa como un fideicomiso y por tanto la clausulita. Resulta que el número es calculado con el valor de la propiedad, lo que presta el banco, el seguro SCHL (una de las superaseguradoras que cubre todas las hipotecas en Canadá) y todas las demás arandelas y retenciones, todo consignado en el documento de reparticiones aceptado por las partes.
Lo bueno del asunto es que uno no carga con dinero y no se preocupa de que el vendedor no vaya a firmar después de recibir el dinero ni nada.
En el caso nuestro, la cosa era aún un poco más enredada porque para efectos de obtener una tasa preferencial, debíamos firmar la venta a mas tardar el 15 de julio, aunque íbamos a tomar real posesión el 31 de julio. Este hecho hacía que el vendedor fuera responsable de pagar los intereses de la hipoteca durante las dos semanas que iba a conservar el inmueble, más los seguros, más los impuestos.
Finalmente pagamos, firmamos y ya estamos listos. En una semana nos vamos para la nueva propiedad. La que compró el banco!

2 comentarios:

  1. Juan, que bueno..!!!

    Felicitaciones..!!!

    Saludos

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  2. Una semana es ya! Felicitaciones ya se puede decir que colonizaste Canadá!

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