sábado, junio 16, 2007

La vida social

Recuerdan que en las empresas en Canadá el ambiente es frío y no hay ninguna clase de contacto social con los compañeros?

El miércoles de la semana pasada mi jefe inmediato, Sergiu, el rumano, se acercó un par de veces a mi puesto de trabajo a comentarme sobre su propio trabajo y para discutir algunas estrategias. Yo estaba esperando, por supuesto, que me diera las órdenes que correspondieran a mi responsabilidad. Nada. Era solo charla técnica.

El jueves, me preguntó en un inglés tan extraño y tan fuera de contexto que me tocó pedirle un par de veces que me repitiera: "Vas a ir a la fórmula 1?". Qué? Qué si te gusta la fórmula 1? Pues sí. Yo estuve en la carrera el año pasado, por qué? Pues si querés, vamos este sábado a las calificaciones. Pues sí. Listo.


Uno pasa muy maluco por acá. Uno sale de la casa es a sufrir.

Pues pasamos un día espectacular. Unas buenas cervezas. Muchas horas de práctica del inglés hablando sobre Rumania, Colombia y las diferencias entre las culturas y la canadiense. Resulta que Sergiu Raul (el segundo nombre es el que usan sus amigos) es nada más ni nada menos que de Transilvania. Su casa queda a 30 km del castillo que se supone era del conde Drácula, que por supuesto nunca existió.



Pues yo no me lo había imaginado y resultó perfecto. Sergiu es un gran tipo, aparte de su carácter.

No recuerdo si les conté que José, el mexicano, que fue criado acá, es también muy amable y ya hemos salido a almorzar un par de veces cerca a la oficina. Yo le sugerí que por qué no hacíamos algo todos juntos, al estilo colombiano. Pues el hombre se puso en la tarea y cuadró algo para el jueves pasado. Ya les cuento.

El miércoles de esta semana, Lorenz, el alemán que creció toda la vida acá, me invitó a hacer sailing. Es decir, a competir en carreras de botes de velas. Tal cual. El miércoles. Sí. Luego del trabajo.

Nos tomó poco menos de una hora llegar a su casa al lado de un lago en el ... creo que era el noroeste de la ciudad. Bastante retiradito. La casa, nada para envidiar ni tampoco el lugar al lado del lago. Muy modesto. Allí, tomamos una canoa (como de indios) y remamos unos 500 m hasta el sitio donde estaba el bote.

Un super bote, en fibra de vidrio, con cabina y todo, motor fuera de borda y capacidad para unas 7 u 8 personas bien acomodadas. El hombre sudaba como loco mientras armaba las velas y volteabas con cuerdas para allá y para acá.

A las 7 pm en punto, a plena luz del sol de la tarde, empezó la competencia. Qué vaina tan emocionante. Yo traté de ayudar como podía, moviéndome de un lado para el otro para mantener el balance, tirando una cuerda allí, amarrando otra allá. El hombre le ha dado a eso toda la vida y es un verdadero experto. Por ejemplo, aprendí que los botes de vela navegan contra el viento. Cuando el viento está a favor van super despacio.

Luego de la carrera, nos tomamos una cervezas en su casa y rajamos de todos los de la oficina. Estuvo realmente bueno. La cerveza la hace el mismo. El tipo tiene su carro, su casa en el centro de la ciudad, su casa en el campo y sus botes. Creo que gana algo así como 7.000 dólares menos que yo al año. Acá cualquier puede hacerlo. Saben de qué costo es el bote? Pues dice el que se consiguen entre 8.000 y 9.000 dólares, incluyendo el remolque. Yo me alcancé a antojar y a pensar que esa es una buena forma de pasar la vida.

El hombre compite miércoles y viernes. Los fines de semana es sólo para el relax.

El jueves fuimos a comer todos los de la oficina a un restaurante cerca. Muy chévere también. Rica la comida, especialmente la mexicana y ricas las cervezas. Rico que los jefes pagaron la cuenta, aunque considero que no les quedó bien.

Luego de la comida, rematamos con otro par de cervezas en la casa de Lorenz. Él mismo las hace. Creo que de frambuesas. Si vieran... Los dos días llegué a la casa sobre la media noche y bastante prendido. Frambuesas!

Esa es la vida social acá. Bastante aburrida, como pueden ver.

No olviden que ahorita en julio voy para el concierto de The Police con Sting y todo a bordo.

2 comentarios:

  1. !aayy¡ Que pesar nos dá de tí,
    no te envidiamos para nada, pero te deseamos que sigas pasando así de maluco.
    Saludos desde Pereira.
    Alexa y Alex

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  2. Anónimo3:54 p. m.

    por el contrario a mi me parece genial, esa es la vida que aspiro allá¡¡
    y q envidia por el concierto :(

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