viernes, octubre 26, 2007

Algunas nuevas

Sí. Claro. Esa es la pregunta: Cuándo viene mi esposa?

No sabemos. Es todo otro motivo de angustia.

Ella está finalizando su trabajo de tesis en una maestría que está terminando. Todo el planeta, exceptuándola a ella y a mi amiga Ana María, piensa que eso es lo correcto. Terminar la tesis.

La ansiedad de vernos, después de casi 7 meses es el gran enemigo. Cuando la razón arriba (Juli: así, con "B"?, será un extranjerismo del francés "arriver"? o simplemente no existe en español?), entonces uno piensa que lo mejor es esperar ese otro poquito.

Así las cuentas, si todo sale bien, ella pasaría acá la navidad, pero igual tendría que regresar para finalizar el trabajo o como mínimo para sustentarlo.

Lo de mi viaje está cada vez más cancelado. Probablemente obtenga otro trabajo. Lo mejor, sin dejar el que tengo.

Es toda una historia que les debo.

La crisis en la empresa finalmente explotó y yo renuncié. De allí salieron dos conclusiones buenas. La primera, que sigo trabajando para la empresa, desde afuera. Ellos simplemente no me quieren dejar ir. Ya llevo una semana trabajando desde la casa. Aunque consiga otro trabajo, podré seguir trabajando para la compañía, estando en la nómina o como freelancer. Vamos a ver. La segunda, propuse a mi hermano Dani para que de alguna manera tome mi lugar. Está también prácticamente adentro.

El último resultado me tiene feliz porque mi hermano va a llegar a Canadá, prácticamente a trabajar desde el primer día, con techo y comida asegurada. Lo mejor, con salario asegurado y trabajando en su campo. Es lo mejor que le podría pasar a cualquiera.

Por supuesto yo ya inicié la búsqueda de otro empleo.

Fabricio Mejía es un amigo de la adolescencia de mi esposa. El hombre trabaja en la Universidad de McGill y coincidencialmente allí estaban necesitando un programador/analista. El miércoles fue la entrevista y me fue muy bien. Yo creo que eso va por el camino correcto.

La universidad de McGill tiene un prestigio increible acá en Canadá. Es una institución grande y vieja. El ambiente de trabajo es en inglés y los beneficios sociales los mejores: no trabajan los viernes del verano, tienen una semana extra libre en diciembre, las vacaciones empiezan con 3 semanas y tal vez lo mejor, parece que los empleados, esposas e hijos tienen la posibilidad de estudiar allí con costos muy reducidos o hasta sin costo. No conozco los detalles.

Lo cierto es que yo tengo la sensación de que podría salir. La idea es trabajar en el día en la universidad y en las nochecitas y fines de semana seguirle dando duro a los proyectos de Plumeus.

A ver si este panorama se concreta y diciembre llega rapidito.

El 18 de noviembre llegan mis amigos Cindy y John Jairo y se van a quedar en mi casa y eso, por supuesto, también ayudará a soportar la soledad.

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